La poesía japonesa nos regala poemas llamados haikus que expresan de modo sintético y emotivo una mirada sobre sucesos y fenómenos de la naturaleza y del mundo. Las características esenciales de los haikus son que nacen de la simple percepción de la realidad y que conmueven nuestros sentidos a través del uso de palabras cotidianas. No incluyen ideas, pensamientos, metáforas, comparaciones o recursos literarios que pertenecen a la esfera del razonamiento.
A través de tres versos, comúnmente de 17 sílabas, cada autor nos sorprende y emociona con la sencillez y transparencia del mensaje:
Kabayashi Issa:
La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo
Yamagushi Sodo
Esta primavera en mi cabaña
Absolutamente nada
Absolutamente todo
Masaoka Shiki
El destello de un relámpago;
Entre los árboles del bosque,
Aparece el agua.
Es interesante recordar que nuestro máximo exponente de la literatura, Jorge Luis Borges, después de un viaje a Japón, escribió un libro titulado La cifra (1981) que presenta 17 haikus, algunos de los cuales compartimos ahora:
1
Algo me
han dicho
la tarde
y la montaña.
Ya lo he
perdido.
2
La vasta
noche
no es
ahora otra cosa
que una
fragancia.
3
¿Es o no
es
el sueño
que olvidé
antes del
alba?
4
Callan
las cuerdas.
La música
sabía
lo que yo
siento.
5
Hoy no me
alegran
los
almendros del huerto.
Son tu
recuerdo.