12 agosto 2009

Los mil y un mensajes en el ecosistema comunicativo de hoy




En tiempos de pantallas y redes digitales, algunos medios portadores de mensajes ya forman parte de un pasado mientras que otros se mantienen gracias a quienes confían en sus virtudes y ventajas, como sucede con las cartas postales que se envían a familiares, afectos y amigos, o aquellos mensajes (columbogramas) transportados por domesticadas palomas mensajeras o aquellos que trasmiten radioaficionados de todo el mundo.

También hay otros soportes o vehículos de mensajes que, aunque infrecuentes, pueden re-aparecer o renacer con halos de misterio, romanticismo y magia como sucede con las botellas lanzadas al mar con destino abierto, desconocido o conocido, que flotan durante meses o años sin aterrizar en ninguna orilla…

Por eso cada vez que un pescador o un marinero encuentra una botella con mensaje incluido, es una noticia que mueve la curiosidad, desparrama preguntas, devela secretos y ensambla y cierra micro historias.


Marcelo Pogolotti

Sin duda, los signos y señales de los mensajes escritos que han resistido el tiempo, el olvido y las condiciones climáticas, nos hablan de una singular situación que les dio origen y, sobre todo, de la necesidad que tenemos de comunicarnos y de tender puentes hacia los otros dejando huellas de sentimientos, deseos, ideas y esperanzas.

Esas expectativas y deseos de comunicación que el hombre siempre trató de plasmar de alguna forma, se reflejan en la poesía “La botella arrojada al mar con un mensaje” del escritor argentino Raúl González Tuñón (1905-1975) que dice así:

¿Dónde habrán ido insólitos, a parar los mensajes
victoriosos o atroces que temblorosas manos
de mujeres perdidas o extraños pasajeros,
capitanes sin brújula y poetas malditos
lanzaron al azar de las ondas fugaces
desde las islas sin nombre o viejos trasatlánticos?
¿Cuál de ellos llegó a destino, y en qué forma
cambió una vida, un mito, un país, el futuro?
¿Qué cifra misteriosa jamás fue comprendida?

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04 agosto 2009

Las otras caras de la globalización

Sylvia Goebel


Desde hace tiempo el fenómeno de la globalización se aborda desde sus aspectos más visibles y tangibles que destacan que todas las sociedades e individuos tienen la posibilidad de estar interconectados entre sí en todo momento y cualquiera sea su lugar de residencia, suscitando no sólo que la información de sucesos y acontecimientos se desparrame y circule en tiempo real sino que se puedan realizar transacciones de todo tipo de información y de negocios por las diferentes redes telemáticas sustentadas en las últimas tecnologías.

Beneficios, desventajas y riesgos de la globalización que es posible desentrañar una vez que la vivimos y la hemos recorrido durante varios años sintiéndonos confundidos y sorprendidos con sus repercusiones, impactos y escenarios emergentes.

Zygmunt Bauman es uno de los filósofos contemporáneos que se ha ocupado de analizar con lucidez la sociedad y los tiempos “líquidos” y en uno de sus libros – Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre- sostiene:

“En un planeta atravesado en todas direcciones por autopistas de la información, nada de lo que ocurra en alguna parte puede, al menos potencialmente, permanecer en un afuera intelectual… El sufrimiento humano de lugares lejanos y modos de vida también remotos, entran en nuestras casas a través de las imágenes electrónicas de una manera tan vívida y atroz, de forma tan vergonzosa o humillante, como la miseria y la ostentación de los seres humanos que encontramos cerca de casa durante nuestros paseos cotidianos por las calles de la ciudad”.

De esta manera también las injusticias y los males de este mundo se desparraman por las pantallas y así se globalizan tomando dimensiones desconocidas. Y agrega Bauman:

“En un planeta abierto a la libre circulación del capital y de las mercancías, cualquier cosa que ocurra en un lugar repercute sobre el modo en que la gente vive, espera vivir o supone que se vive en otros lugares. Nada puede considerarse de veras que permanezca en un afuera material…El bienestar de un lugar repercute en el sufrimiento de otro. En la sucinta expresión de Milan Kundera, una `unidad de la humanidad` como la que ha generado la globalización significa sobre todo que `nadie puede escapar a ninguna parte`”.

Con estos y otros conceptos, en el citado libro, Bauman plantea y analiza varios interrogantes acerca de cómo estos escenarios de incertidumbre y de novedades influyen en la vida cotidiana de los ciudadanos y cómo de manera transversal inciden y generan otros modos de vivir sus vidas.


Claro está que el ámbito educativo no puede quedar "afuera" de los impactos de la globalización y por ello nos desafía a replantear y redefinir el papel de la escuela y de sus modos de organización.
Desde ese lugar resulta importante que la enseñanza incorpore y aproveche el inmenso caudal de información audiovisual de las redes digitales para que los estudiantes puedan "leer" y comprender las distintas y opuestas realidades que conviven en nuestro mundo, desarrollando así una conciencia social y ética sobre las disímiles condiciones de vida de pueblos, etnias y grupos.


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