27 diciembre 2009

Hacia una mirada comprensiva sobre la educación


Florencio Molina Campos, Escuelita de campo


El mundo de la educación también recibe la influencia de modas, modismos y tendencias que atraviesan sus principios y postulados, generando corrientes de pensamiento, discursos y prácticas muchas veces sesgadas y parciales que ignoran la complejidad de los fenómenos educativos y que éstos deben ser comprendidos en su totalidad sin lecturas fragmentadas y parciales ni reduccionismos.


Entre los términos que hoy circulan están el bullying y el burn-out que dan cuenta, respectivamente, del acoso y hostigamiento del que son objeto los estudiantes y del deterioro que sufren los docentes en su quehacer cotidiano y que devienen en frustraciones, depresiones y falta de horizontes positivos.

Como vemos, han surgido términos para designar a los problemas de maltrato que hoy viven ambos actores de la institución educativa en el contexto de una sociedad que también produce y reproduce situaciones conflictivas en todos los niveles y sectores.

Ahora bien, debido a la complejidad y multidimensionalidad de la educación es necesario que desestimemos posiciones o discursos parciales que sólo toman en cuenta uno o algunos de los aspectos y factores que la configuran, privándonos así de una mirada integral, completa y significativa de ese campo.

En el discurrir de los procesos de transformación educativa de los últimos tiempos hemos asistido a movimientos que fueron modificando los énfasis o los ángulos de interpretación de los hechos a partir del descontento, de la disconformidad o del estancamiento de los resultados obtenidos.

En un interesante artículo del profesor José Gimeno Sacristán (Quaderns digitals. Revista de Nuevas Tecnologías y Sociedad, Nº 51, 2008) leemos: “Incluso en la universidad -lugar por excelencia donde nacieron, se formalizaron y se desarrollaron los formatos de los textos curriculares durante una larga tradición- y con motivo de la convergencia que reclama la homologación de títulos según los acuerdos de Bolonia, empieza a hablarse ahora de cambiar el énfasis y el haber hecho del eje de su organización docente y de sus prácticas cotidianas las enseñanzas de los profesores y lo que contienen los planes de estudio, por una mirada hacia el cómo aprenden los alumnos, qué experiencias han de tener o qué competencias generales deberían adquirir.
En vez de preocuparse y obsesionarse por la calidad de la enseñanza es preciso hablar más de la calidad del aprendizaje. En lugar de dejar que se imponga la idea del “profesor quemado” hay que contraponer la del alumno hastiado”.

El texto me sugiere la importancia de abrir la discusión teniendo sobre la mesa todas los componentes de la tríada o tétrada educativa -que incluye el contexto- para no quedarnos en el camino y apuntar a una educación que organiza una buena enseñanza a partir de contenidos relevantes y significativos para llegar a buenos aprendizajes que le sirvan al estudiante para su formación y su desempeño en un contexto socio-histórico determinado.
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15 diciembre 2009

Puntos de vista...

Hoy quiero compartir un relato que nos introduce en las distintas formas de interpretar y comprender el mundo y de hacer nuestro proyecto de vida. Una historia que sugiere la importancia del diálogo y de la comunicación como instrumentos privilegiados para entendernos y respetarnos como personas y como sujetos que vivimos en culturas diferentes, sin imponer criterios ni verdades absolutas.



Cuenta León Tolstoi que un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca, contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa, después de haber vendido el pescado.
– “¿Por qué no has salido a pescar?” –le preguntó el hombre emprendedor.
– “Porque ya he pescado bastante por hoy” –respondió el apacible pescador.
– “¿Por qué no pescas más de lo que necesitas?” –insistió el industrial.
– “¿Y qué iba a hacer con ello?” –preguntó a su vez el pescador.
– “Ganarías más dinero –fue la respuesta– y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte otras redes más grandes, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo”.
– “¿Y que haría entonces?” –preguntó de nuevo el pescador.
– “Podrías sentarte y disfrutar de la vida” –respondió el hombre emprendedor.
– “¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?” –respondió sonriendo el apacible pescador.
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08 diciembre 2009

Volver a las fuentes...


Vincent Van Gogh


Entre las fuentes y musas que alimentan de manera sutil y apasionada nuestra actividad educativa están esos autores, artistas, libros y textos que a través de sus relecturas y resignificaciones nos permiten sostener o reinventar ideas, expectativas y estrategias para seguir enseñando y aprendiendo.


Uno de esos textos es la poesía de Walt Whitman: "No te detengas" que tanto nos conmueve al igual que la recordada película "La sociedad de los poetas muertos" que la llevó al centro de la escena.

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron

de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros: Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

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