Sigue abierto el
debate sobre los resultados, no tan satisfactorios, de los
llamados MOOC (Cursos Masivos Abiertos Online) que tuvieron su nivel más
encumbrado hace unos pocos años cuando nacieron por iniciativa de prestigiosas universidades
del mundo que ofrecían cursos en internet con requisitos mínimos para la
inscripción de interesados. Hoy se ciernen preguntas sobre los magros
resultados obtenidos, ya sea por el abandono de los cursos en línea, por la
baja participación de los estudiantes en los foros y actividades, o por los menguados
resultados de las pruebas de evaluación del aprendizaje.
En esa línea
resulta interesante leer el artículo de Jordi Adell titulado: MOOC: ¿el abismo de la desilusión? en el
que este profesor resume algunos aspectos que dan cuenta de esa situación y en donde se entrecruzan
distintos factores que influyen en el desmoronamiento de esa línea de educación
abierta y a distancia.
Al pasar lista de las ideas y conclusiones provisorias
de Adell, me adhiero a una pregunta que él se plantea al final del artículo: ¿No tendrá algo que ver el diseño “instruccional” de los cursos? ¿Y si
los ingenieros informáticos ideólogos de los MOOC leyeran algo de pedagogía
posterior a 1970? ¿O simplemente algo de pedagogía?
El texto completo se
puede leer en:
http://elbonia.cent.uji.es/jordi/2013/07/21/mooc-el-abismo-de-la-desilusion/