Cuando hablamos de la educación a distancia estamos refiriéndonos a una opción educativa que se basa en el uso de tecnologías para hacer efectiva la relación estudiante-profesor y contenido/conocimiento. Hoy la abundancia y la multidiversidad de las TIC han generado un aumento exponencial de ofertas de educación a distancia virtual y ello concede la duda y la pregunta acerca de cómo las herramientas inciden e influyen en el rendimiento de los alumnos y en el mejoramiento de los resultados de aprendizaje.
Al respecto, hemos sostenido muchas veces a lo largo de estas conversaciones que las tecnologías por sí solas no garantizan el aprendizaje y que es indispensable un diseño pedagógico-didáctico que les dé sentido y lugar en la construcción del conocimiento y en el desarrollo de competencias sociales, cognitivas y procedimentales. Una vez más estamos poniendo en primer lugar y en primera fila el trabajo docente que organiza y despliega las mediaciones, estrategias y recursos didáctico-comunicacionales que permitan aprovechar la potencialidad de las TIC.
En este marco, comparto con ustedes la conferencia del Dr. Lorenzo García Aretio, miembro del Comité Científico del XVII Encuentro Iberoamericano de Educación Superior a Distancia, quien reflexiona sobre los alcances y desafíos de esta modalidad.
Sobre uno de los interrogantes más expuestos referido a si la educación a distancia es una educación de calidad, García Aretio señala: “En el citado estudio de 2010, llegamos a recopilar
revisiones, análisis y meta-análisis que llegan a agrupar en torno a unos 1000
trabajos que nos llevaron a concluir que no existen diferencias significativas
entre los resultados obtenidos en los formatos presenciales y en la modalidad a
distancia. Si se desciende al detalle, podríamos apurar que la tendencia es
favorable a los estudios a distancia. Los autores en los que nos basamos para
afirmar lo que decimos, realizaron estudios fundados en numerosos trabajos
científicos que se plantearon esta problemática. En realidad, las conclusiones
avalan lo que ya viene siendo común en este tipo de trabajos, es decir, que el
rendimiento de los estudiantes depende más de los diseños pedagógicos de cada
acción formativa que de los recursos seleccionados para el aprendizaje. Con
diseños rigurosos, sean en formatos presenciales o en modalidad a distancia, los
resultados no difieren significativamente. Cierto que existen estudios en
sentido contrario, que pueden mostrar mejores resultados de los estudiantes que
siguen propuestas de corte convencional. Sin embargo abundan más el otro tipo
de trabajos probablemente por el triple empeño al que aludíamos más arriba”.
La conferencia completa está disponible en: