30 octubre 2018

Las escuelas del bosque


En el post anterior hablamos del libro La escuela feliz de Rosa Jové (2017) en donde se mencionan las bosque-escuelas como una nueva propuesta para promover la educación centrada en la vida real, en contacto con la naturaleza y en la convivencia de los actores en ambientes naturales impregnado de seres vivos. Desde esa perspectiva, presentamos algunas ideas sobre las características de la escuela del bosque, una escuela infantil cuyo espacio principal es la naturaleza, donde los recursos didácticos son las hojas, las ramas caídas, los insectos, los frutos, las semillas, y en donde el curriculum se proyecta en la vida silvestre.
Heike Freire, psicóloga y filósofa por la Universidad de París X y consultora del Gobierno francés desde el Instituto de Educación Permanente de París, es autora del libro Educar en verde, en donde expresa que los niños necesitan un poco de “salvajismo” diario, mancharse las manos con barro o subirse a un árbol, y apela a los padres para que apoyen la tendencia innata de sus hijos por lo natural, incluso al lado de casa: oír los pájaros, ver las flores, investigar, observar. “Los niños y la naturaleza se necesitan mutuamente”, asegura Freire.
Agrega que los niños, como el resto de la sociedad, viven de espaldas a la naturaleza. “Les hemos creado un mundo artificial, abstracto. En el colegio, las flores, los animales, son de plástico. Para mí, educar en verde es recuperar la conexión real con la naturaleza y asumir que la naturaleza también necesita a los niños. Presentar como ejemplo de educación ambiental a niños frente al ordenador con temas de naturaleza es equivocado”. Sostiene que “la tecnología sirve para muchas cosas, pero no para acceder a lo esencial. Los niños necesitan contacto directo, el olor de una flor, el tacto de una oveja, etc. Después pueden utilizar Internet para ampliar la información o para conocer otros mundos. Pero su primer contacto no puede ser mediante un ordenador”.

Claro que no todas las escuelas tienen la posibilidad de estar en un bosque o área natural o reserva ecológica, sobre todo en las grandes ciudades. Entonces Freire señala: “En el colegio, en la familia y en la ciudad se pueden hacer todos los días muchas pequeñas cosas para que los niños tengan ese contacto real con las cosas. No es necesario ir a un gran espacio natural. Además, hoy en día casi todo es ciudad. Por ello, como comenta una urbanista americana, tenemos que reinyectar naturaleza en la ciudad. Cuando se les pregunta a los niños cómo mejorarían su ciudad, piden espacios verdes”.

Merienda colectiva en un bosque
Para conocer una experiencia sobre esta propuesta, presentamos un artículo de una familia viajera que visitó las escuelas situadas en los bosques de Friburgo, Alemania, buscando conocer las Waldkindergartens, esas escuelas donde niñas y niños de entre tres y seis años pasan cada día al aire libre, corriendo, revolcándose, trepando a los árboles, jugando con las ramas y las hojas, metiéndose en el barro hasta las rodillas, y descubriendo todas las manifestaciones de vida por minúsculas que sean. 

Las vivencias de esta familia podemos leerlas en: http://blog.reevo.org/columna/la-vida-en-las-escuelas-del-bosque/


15 octubre 2018

La escuela más feliz, un libro sobre un desafío de la educación actual


La escuela, institución social que cumple funciones sustantivas e insustituibles para la formación de las nuevas generaciones, está en el centro del debate sobre sus alcances, significado, desafíos y re-orientaciones en una sociedad que se ha transformado sensiblemente y que requiere adecuaciones con nuevas estrategias y acciones que hagan de la escuela un lugar de aprendizaje significativo en un buen clima de interacción entre los sujetos que aprenden y los que enseñan. En este escenario Rosa Jové es la autora del libro La escuela más feliz. Ideas para descubrir el don de cada niño y estimular su educación. La revolución secreta de las aulas (Editorial La Esfera, 2017) en el que aporta ideas y soluciones para la escuela actual. 

Comparto un fragmento de Jové en el que fundamenta las claves de su pensamiento:

"Hemos partido de tres partes fundamentales para afrontar el reto de aportar ideas y soluciones a la educación actual. Nadie puede saber cómo será la escuela ni la sociedad del futuro, por eso dar ideas muy centradas en el aquí y el ahora iba a dar lugar a que, en pocos años, este compendio pudiera quedar obsoleto; pero no dar ideas actuales para debatir no iba a aportar las soluciones prácticas que muchos de los lectores me habían pedido.
Por eso el primer bloque se encarga de explicar los pilares básicos. Esas ideas que van a servir tanto para el presente como para el futuro. Una de las más valiosas está en el capítulo 2, en el que animamos a padres y docentes a pensar en la ideología que quieren para sus escuelas antes que en la metodología que van a aplicar.
Los tres pilares básicos de los que habla este primer bloque son:
• El descubrimiento y desarrollo del don que cada uno lleva dentro. Todos tenemos un don, algo que nadie más hace como nosotros, y no podemos perderlo a costa de aprender a hacer lo mismo que todo el mundo.
• La importancia de la ideología para establecer las bases. Se trata de implementar una metodología después de haber pensado qué ideología queremos. Pero no una ideología cualquiera, ya que la educación debe basarse en evidencias científicas; por ello se aboga por una educación basada en las evidencias y no en las creencias.
• La comunidad escolar: todos somos escuela. Padres, profesores, alumnos, sociedad… Todos podemos ser educadores. Eso genera riqueza.

La segunda parte versa sobre aquellas ideas más prácticas para aplicar en la actualidad: cómo resolver problemas de comportamiento y conflictos en el aula; cómo motivar a los niños para aprender; cómo deberían ser los espacios educativos; cómo potenciar el aprendizaje óptimo de cada alumno; cómo conseguir motivar a los alumnos y que aprender deje de ser una actividad pesada para muchos niños… En definitiva, cómo conseguir aulas más felices.

Y en la tercera parte he querido ampliar los horizontes de los lectores (y los míos también) pidiendo a diversos expertos que nos expliquen otras formas de actuar que, por su carácter todavía minoritario, no disponen de mucha difusión. Quise dar voz a esas ideas y proyectos porque saber más siempre es enriquecedor.
A la mayoría les pueden sonar conceptos como método Montessori, Waldorf… Pero también tenemos las bosque-escuelas, la pedagogía blanca, la educación viva, la Disciplina Positiva, el enfoque Reggio Emilia, la pedagogía Pikler, la escolarización en casa…
Si alguien no los conoce, vale la pena adentrarse en estas páginas; y si alguien ya los conoce, que no deje de leer el magnífico resumen que han hecho sus autores de las principales ideas.
Este libro pretende solamente que todas aquellas personas a las que les importa la educación puedan reflexionar sobre diferentes aspectos y encontrar su camino".

Las primeras páginas de este libro se pueden consultar en:

08 octubre 2018

Las formas de creatividad multimedia


La tecnología nos ofrece lo multimedial y lo multimodal para acceder, crear, producir y compartir contenidos con variedad de lenguajes y formatos. Así, el diseño de productos y propuestas nos sorprenden con muestras que despliegan creatividad y originalidad que, en muchos casos, siguen un proceso de copia-transformación-combinación a partir de obras o autores precedentes. 

En la base de esas creaciones multimediales podemos reconocer las prácticas de apropiación, remediación e hibridación que utilizan recursos y objetos disponibles que podemos re-utilizar, re-inventar, editar e integrar.



Comparto un artículo de Jordi Alberich (2018) que describe y analiza la significación e importancia de las prácticas de apropiación, remediación e hibridación como elementos básicos para la creatividad. Disponible en:




01 octubre 2018

Lo que se viene: Internet de las cosas


En el mundo de las tecnologías y redes digitales circula un nuevo término: IOT que quiere decir Internet de las cosas o de los objetos, un camino que promete lograr soluciones para situaciones de la vida cotidiana, social y económica. Imaginemos las siguientes aplicaciones: por ejemplo, una heladera que nos avise la fecha de vencimiento de los alimentos que contiene, o un cepillo de dientes que nos advierta la presencia de caries y solicite un turno en el dentista de nuestra agenda. Parece ciencia ficción pero la evolución de la ciencia y la tecnología abre posibilidades no tan lejanas…

Podemos decir que se trata de una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas, incluso entre los objetos directamente, que se conectarán entre ellos y con Internet para ofrecernos datos en tiempo real.



¿Dónde y cómo surgió Internet de las cosas?
Este término fue utilizado por primera vez por Kevin Ashton en 1999, un ingeniero del MIT (Universidad Tecnológica de Massachusetts) y define al conjunto de objetos que serán capaces de comunicarse a través de Internet. Desde hace algunos años vemos que las computadoras son capaces de conectarse entre ellas, pero la gran revolución de esta tecnología consiste en que objetos de la vida cotidiana como lámparas, heladeras, semáforos, lavarropas o cafeteras, a través de sensores, microcontroladores, cámaras, micrófonos, sean capaces de conectarse también con centros computacionales para permitir automatizar muchos de los procesos cotidianos o resolver problemas del día a día.
Internet de las cosas ha empezado a implementarse, principalmente, a nivel empresarial e institucional. Las llamadas “smartcities” son ciudades que utilizan IOT para mejorar el servicio a los ciudadanos, sin embargo, el gran auge se espera que sea a nivel doméstico.

Compartimos un artículo que analiza el pasado, presente y futuro de esta tecnología que puede modificar la vida en las ciudades y el hogar. Disponible en: