La escuela, institución social que cumple funciones sustantivas e insustituibles para la formación de las nuevas generaciones, está en el centro del debate sobre sus alcances, significado, desafíos y re-orientaciones en una sociedad que se ha transformado sensiblemente y que requiere adecuaciones con nuevas estrategias y acciones que hagan de la escuela un lugar de aprendizaje significativo en un buen clima de interacción entre los sujetos que aprenden y los que enseñan. En este escenario Rosa
Jové es la autora del libro La
escuela más feliz. Ideas para descubrir el don de cada niño y estimular su
educación. La revolución secreta de las aulas (Editorial La Esfera, 2017) en el que aporta ideas y soluciones para la escuela actual.
Comparto un fragmento de Jové en el que fundamenta las claves de su pensamiento:
"Hemos
partido de tres partes fundamentales para afrontar el reto de
aportar ideas y soluciones a la educación actual. Nadie puede saber
cómo será la escuela ni la sociedad del futuro, por eso dar ideas
muy centradas en el aquí y el ahora iba a dar lugar a que, en pocos
años, este compendio pudiera quedar obsoleto; pero no dar ideas
actuales para debatir no iba a aportar las soluciones prácticas que
muchos de los lectores me habían pedido.
Por eso
el primer bloque se encarga de explicar los pilares básicos.
Esas ideas que van a servir tanto para el presente como para el
futuro. Una de las más valiosas está en el capítulo 2, en el que
animamos a padres y docentes a pensar en la ideología que quieren
para sus escuelas antes que en la metodología que van a aplicar.
Los
tres pilares básicos de los que habla este primer bloque son:
• El
descubrimiento y desarrollo del don que cada uno lleva dentro.
Todos tenemos un don, algo que nadie más hace como
nosotros, y no podemos perderlo a costa de aprender a hacer
lo mismo que todo el mundo.
• La
importancia de la ideología para establecer las bases. Se trata
de implementar una metodología después de haber pensado
qué ideología queremos. Pero no una ideología cualquiera,
ya que la educación debe basarse en evidencias científicas;
por ello se aboga por una educación basada en las
evidencias y no en las creencias.
• La
comunidad escolar: todos somos escuela. Padres, profesores, alumnos,
sociedad… Todos podemos ser educadores. Eso
genera riqueza.
La segunda parte versa sobre aquellas ideas más prácticas para aplicar
en la actualidad: cómo resolver problemas de comportamiento y
conflictos en el aula; cómo motivar a los niños para aprender;
cómo deberían ser los espacios educativos; cómo potenciar el
aprendizaje óptimo de cada alumno; cómo conseguir motivar
a los alumnos y que aprender deje de ser una actividad pesada
para muchos niños… En definitiva, cómo conseguir aulas más
felices.
Y en la
tercera parte he querido ampliar los horizontes de los lectores
(y los míos también) pidiendo a diversos expertos que nos expliquen
otras formas de actuar que, por su carácter todavía minoritario, no
disponen de mucha difusión. Quise dar voz a esas ideas y
proyectos porque saber más siempre es enriquecedor.
A la
mayoría les pueden sonar conceptos como método Montessori, Waldorf…
Pero también tenemos las bosque-escuelas, la pedagogía
blanca, la educación viva, la Disciplina Positiva, el enfoque Reggio
Emilia, la pedagogía Pikler, la escolarización en casa…
Si
alguien no los conoce, vale la pena adentrarse en estas páginas; y si
alguien ya los conoce, que no deje de leer el magnífico resumen que han
hecho sus autores de las principales ideas.
Este
libro pretende solamente que todas aquellas personas a las que les
importa la educación puedan reflexionar sobre diferentes aspectos
y encontrar su camino".
Las primeras páginas de este libro se pueden consultar en: