En este espacio ya habíamos introducido el tema de los
tutores inteligentes basados en los datos que nos proporcionan los sistemas
tecnológicos aplicados a la educación y sugerimos que era necesario estudiar a fondo esta problemática, tanto en lo referido a evidencias para acompañar, orientar y
conocer los procesos de aprendizaje como en lo concerniente a sus implicaciones, limitaciones
y riesgos.
El último número de la Revista Iberoamericana de Educación a
Distancia (RIED, Vol. 23, N° 2, 2020) está dedicado a esta cuestión y señala en
la presentación:
La creciente utilización de sistemas de mediación digital en
la mayoría de espacios educativos —ya sean presenciales o no, formales o
abiertos, y tanto en el nivel de educación básica como en situaciones de
aprendizaje a lo largo de la vida— está acelerando el avance de la analítica
del aprendizaje y haciendo que el uso de la información digital sea una
práctica común en el campo de la educación. Las herramientas educativas
digitales facilitan la interacción entre estudiantes, profesores y recursos de
aprendizaje, y generan de manera continua un notable volumen de datos que
pueden analizarse aplicando una variedad de metodologías. Esto ha hecho que
aumenten exponencialmente las investigaciones que toman como referencia la
información que procede de la actividad de los estudiantes en esos espacios
digitales.
Partiendo de esas evidencias, la revista presenta un
conjunto de estudios en el campo del aprendizaje digital y la investigación
educativa basada en datos, que enriquecen el conocimiento sobre los procesos de
aprendizaje y la gestión de la enseñanza en espacios mediados digitalmente,
entre los cuales se encuentra el artículo “Analítica del aprendizaje y
educación basada en datos: Un campo en expansión”, de Daniel Domínguez
Figaredo, Justin Reich y José A. Ruipérez-Valiente. Los autores anticipan que
en este campo hay que considerar aspectos importantes como los sesgos
cognitivos, las variables culturales y las cuestiones relacionadas con las
habilidades de los/as alumnos/as y expresan: La incorporación de esos elementos dentro del campo de investigación de
la educación basada en datos exige abrir nuevas perspectivas para explorar no
sólo lo que se puede hacer con los datos, sino también si se debe hacer, cómo
se debe hacer y cómo encaja en los ecosistemas de aprendizaje existentes
(Shibani, Knight y Buckingham Shum, 2020).
También plantean aspectos éticos concomitantes: …hay una creciente preocupación por la ética
y el posible mal uso de los datos. Las preguntas sobre los riesgos éticos se
refieren a la capacidad de la ciencia de los datos para influir en las
decisiones y las prácticas educativas. Esos mismos temores también se
experimentaron durante la evolución de la inteligencia artificial, y ahora se
centran en la educación mediada digitalmente.
Para saber más acerca de esta problemática, proponemos consultar:
http://revistas.uned.es/index.php/ried/issue/view/1381