Desde hace años, las evaluaciones de los aprendizajes en los niveles de educación primaria y secundaria generan preocupación por los resultados observados en el campo de las prácticas del lenguaje que se visibilizan y centralizan, entre otros aspectos, en las dificultades que manifiestan los/as alumnos/as en la actividad de comprensión de textos, en los problemas que tienen para decodificar y entender el sentido de lo que leen. Sin discusión, la comprensión lectora es una competencia imprescindible y fundamental para incrementar el aprendizaje y el conocimiento a lo largo de la vida.
Para el Centro Virtual Cervantes: La comprensión lectora es una de las denominadas destrezas
lingüísticas, la que se refiere a la interpretación del discurso escrito. En
ella intervienen, además del componente estrictamente lingüístico, factores
cognitivos, perceptivos, de actitud y sociológicos. En consecuencia, se
entiende como una capacidad comunicativa que rebasa el plano estrictamente
lingüístico y abarca el proceso completo de interpretación del texto, desde la
mera descodificación y comprensión lingüística hasta la interpretación y la
valoración personal. En la lectura el lector no sólo extrae información,
opinión, deleite, etc. del texto, sino que, para su interpretación, también
aporta su propia actitud, experiencia, conocimientos previos, etc. Es,
ciertamente, una destreza tan activa como la expresión escrita. Tal como
elucida Grellet (1981), «la lectura es un proceso de adivinación constante y lo
que el lector aporta al texto es, a menudo, más importante que lo que
encuentra en él».
De acuerdo con la nota titulada “Enfoque multidimensional de la compresión lectora”: La comprensión lectora es uno de los comportamientos más complejos que realizamos habitualmente. Por un lado, hay que procesar visualmente las palabras; identificar sus representaciones fonológicas, ortográficas y semánticas; y conectar las palabras utilizando reglas de sintaxis para entender el significado subyacente de la frase. Por otro, hay que integrar ese significado en todas las frases, hacer uso de los conocimientos previos pertinentes, generar inferencias, identificar la estructura del texto y tener en cuenta los objetivos y la intención de los autores. El producto final es una representación mental que refleja el significado global del texto, denominado modelo de situación por Kintsch y van Dijk en 1978. (https://leer.es/enfoque-multidimensional/)
Para profundizar este tema, acceder a:
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/comprensionlectora.htm