Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre,
voy juntando mis días,
mis minutos, mis horas con tu hilo de letras.
Gioconda Belli
voy juntando mis días,
mis minutos, mis horas con tu hilo de letras.
Gioconda Belli
Antonio Berni
A partir del 8 de setiembre de 2008, la letra ñ, el acento ortográfico o tilde y la diéresis son algunos de los caracteres del idioma español que se podrán incorporar a los dominios y direcciones web de Argentina.
La campaña para incorporar a la ñ, decimoséptima letra del abecedario español, a los sitios de internet se había iniciado hace unos años en varios países iberoamericanos con la fuerza y convicción de ser una letra que conforma un idioma a través del cual se comunican cerca de 500 millones de personas en todo el mundo.
Una letra que también forma parte de otros idiomas de la región como el aymara, el guaraní o el quechua. Hace poco nos decía Eduardo Galeano: “En guaraní, ñeñé significa palabra y también significa alma. Quien miente la palabra traiciona el alma. Si te doy mi palabra, me doy.”
La ñ, todo un símbolo de la lucha por la vigencia y respeto a las lenguas, culturas y tradiciones de pueblos hispanoamericanos ya tiene su merecido lugar en las direcciones de internet de muchos países.
Ahora nos queda incluirla en nuestras comunicaciones escritas aunque la velocidad y la inmediatez que dominan a los mails, chats y SMS se empeñen en ignorarla.
La campaña para incorporar a la ñ, decimoséptima letra del abecedario español, a los sitios de internet se había iniciado hace unos años en varios países iberoamericanos con la fuerza y convicción de ser una letra que conforma un idioma a través del cual se comunican cerca de 500 millones de personas en todo el mundo.
Una letra que también forma parte de otros idiomas de la región como el aymara, el guaraní o el quechua. Hace poco nos decía Eduardo Galeano: “En guaraní, ñeñé significa palabra y también significa alma. Quien miente la palabra traiciona el alma. Si te doy mi palabra, me doy.”
La ñ, todo un símbolo de la lucha por la vigencia y respeto a las lenguas, culturas y tradiciones de pueblos hispanoamericanos ya tiene su merecido lugar en las direcciones de internet de muchos países.
Ahora nos queda incluirla en nuestras comunicaciones escritas aunque la velocidad y la inmediatez que dominan a los mails, chats y SMS se empeñen en ignorarla.
Ahora sí podremos decir que:
Soñar no es lo mismo que sonar;
Añatuya, Cañuelas, Cañada de Gómez, Villa Cañás y Capilla del Señor tendrán su lugar en el ciberespacio;
Las cigüeñas, los ñandúes, los risueñores y las arañas podrán convivir en los ciber-ecosistemas;
Las muñecas vestirán moños, pañuelos con ñandutí y miriñaques;
Las montañas y peñascos nos harán un guiño desde la web;
Las castañas, buñuelos y ñoquis alimentarán los caracteres informáticos;
Las señoras, señoritas y doñas nos harán buena compañía en los dominios virtuales;
Enseñar con todas las letras dejará atrás extrañas añoranzas; y
Soñar no es lo mismo que sonar;
Añatuya, Cañuelas, Cañada de Gómez, Villa Cañás y Capilla del Señor tendrán su lugar en el ciberespacio;
Las cigüeñas, los ñandúes, los risueñores y las arañas podrán convivir en los ciber-ecosistemas;
Las muñecas vestirán moños, pañuelos con ñandutí y miriñaques;
Las montañas y peñascos nos harán un guiño desde la web;
Las castañas, buñuelos y ñoquis alimentarán los caracteres informáticos;
Las señoras, señoritas y doñas nos harán buena compañía en los dominios virtuales;
Enseñar con todas las letras dejará atrás extrañas añoranzas; y
Los niños disfrutarán del derecho de soñar.
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