
Luis Benedit, La conversación
Desde este lugar seguimos analizando diferentes vertientes de la educación a distancia (EaD) a la que consideramos una modalidad que se caracteriza por la comunicación altamente mediada entre profesor y estudiantes, lo que implica la construcción de nuevas subjetividades y representaciones pedagógicas sobre la institución educativa, los procesos de enseñar y de aprender, y las formas de construir el conocimiento.
La subjetividad como configuración de significados y sentidos que el sujeto logra en la relación consigo mismo y con la realidad social y cultural, y a través de la cual interpreta todas las dimensiones de la vida humana y orienta sus comportamientos y prácticas, adquiere en la EaD rasgos singulares devenidos de la separación espacio-temporal total o parcial del profesor y alumnos y de las mediaciones que tienen lugar en el proceso de enseñar y aprender.
Desde este lugar seguimos analizando diferentes vertientes de la educación a distancia (EaD) a la que consideramos una modalidad que se caracteriza por la comunicación altamente mediada entre profesor y estudiantes, lo que implica la construcción de nuevas subjetividades y representaciones pedagógicas sobre la institución educativa, los procesos de enseñar y de aprender, y las formas de construir el conocimiento.
La subjetividad como configuración de significados y sentidos que el sujeto logra en la relación consigo mismo y con la realidad social y cultural, y a través de la cual interpreta todas las dimensiones de la vida humana y orienta sus comportamientos y prácticas, adquiere en la EaD rasgos singulares devenidos de la separación espacio-temporal total o parcial del profesor y alumnos y de las mediaciones que tienen lugar en el proceso de enseñar y aprender.
Nuevas conjugaciones de tiempo y espacio
Estas peculiaridades en la relación pedagógica no son inéditas ya que acompañaron la trayectoria de la modalidad a distancia desde sus comienzos pero, sin lugar a dudas, la extensión y la difusión que hoy tienen los entornos virtuales y las redes digitales acentúan los interrogantes y justifican nuevas perspectivas de análisis.
En esos contextos se dan continuidades, rupturas, transiciones y fusiones entre viejas y nuevas prácticas culturales y educativas, como las de la escritura y lectura de carácter tradicional sobre el papel y la lectura y escritura electrónica/digital en la pantalla. Así lo plantea Roger Chartier (1996):

(Chartier, R. "Del códice a la pantalla: trayectorias de lo escrito". Revista Quimera, N° 150. Septiembre de 1996. Barcelona)
Desde otra vertiente, Martín-Barbero (1997) enfatiza no sólo el concepto de des-centramiento del saber en tanto el libro ha dejado de ser el objeto privilegiado de trasmisión y circulación de la cultura sino que avanza en la idea de des-localización/des-temporalización de los saberes ya que escapan de los lugares y de los tiempos legitimados socialmente para la distribución y el aprendizaje. (Martín-Barbero, J. "Heredando el futuro". Nómadas, N° 5, 1997. Bogotá)
Los escenarios de EaD, en donde emergen y se construyen nuevas subjetividades pedagógicas, nos plantean desafíos para que volvamos la mirada sobre las tramas vinculares que se configuran, seleccionando las intervenciones docentes y los dispositivos más eficaces y apropiados para fortalecer los lazos socio-cognitivos, las formas de interacción entre los actores y las actividades, producciones y evaluaciones académicas.
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