Conocemos los aportes profundos de Edgar Morin en las teorías de la complejidad, del pensamiento complejo y de la transdisciplinariedad y aún estamos lejos de ver su transferencia y aplicación en programas de formación de las instituciones educativas.
El diseño y el desarrollo curricular, entre otros, es el campo de la discusión que está implicado sensiblemente en los para qué, qué, cómo construir el conocimiento; particularmente el tema de la hiperespecialización se halla involucrado cuando reflexionamos sobre el sentido de la fragmentación y compartimentalización de los programas de estudio.
Dice Morin: "Los sectores especializados del conocimiento están divididos en compartimentos; cada uno se encierra en un dominio, casi siempre delimitado
de manera artificial, cuando en realidad debería estar unido a un tronco común y comunicarse con los demás. Más profundamente, nuestro sistema educativo nos ha enseñado a aislar los objetos, a separar los problemas, a analizar, pero no a volver a unir.
Debemos pensar la docencia a partir de la consideración de los efectos cada vez más graves de la hiperespecialización de los saberes y de la incapacidad de articularlos unos con otros.
La hiperespecialización impide ver tanto lo global (que se fragmenta) como lo esencial (que
se disuelve). Sin embargo, los problemas esenciales nunca son fragmentarios, y los globales son cada vez más esenciales. Además, ningún problema particular se puede plantear ni pensar correctamente fuera de su contexto; el contexto mismo de tales problemas se debe plantear cada vez más en el contexto planetario global.
Hemos visto, particularmente durante los últimos diez años, que todos los grandes problemas se han vuelto planetarios: para pensar localmente es necesario pensar globalmente.
Por otra parte, en el marco de las grandes administraciones burocratizadas y tecnocratizadas, las decisiones se toman a partir de informes elaborados por especialistas, expertos o comisiones, lo cual aniquila el sentido de la responsabilidad. Fragmentada en el ámbito de los especialistas-expertos, la responsabilidad se vuelve anónima en el ámbito de las comisiones.
El problema clave es, entonces, una educación capaz de proporcionar, a partir de los saberes y en el seno de éstos, una concepción de lo global y de lo esencial, y una formación ética frente a la responsabilidad".
Con respecto a la formación en este campo se está implementando desde hace unos años el Doctorado Pensamiento Complejo. Explorando lo inexplorado, con modalidad a distancia y que cuenta con el respaldo oficial de la Secretaría de Educación y Cultura de México. Para mayor información, se puede consultar:
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