¿Leemos más que antes? ¿Cómo leemos? ¿Las nuevas generaciones net o
nativos digitales practican más lecturas en variedad de dispositivos tecnológicos?
¿Qué significa leer en el escenario de la sociedad de la información y de las
redes digitales?
Daniel Cassany, especialista en lingüística y profesor
universitario, expresa que “Hoy se lee más que ayer, textos más diversos y
sofisticados; los textos han adquirido formas, funciones y características
notablemente diferentes a las de antaño. Por todo ello, enseñar a leer no puede
limitarse solo a adquirir la mecánica fonográfica (a relacionar la letra con el
sonido, a oralizar el texto), o a desarrollar los procesos cognitivos de
comprensión (a activar el conocimiento previo, hacer hipótesis, confirmarlas al
procesar la prosa, autoevaluar la propia comprensión, etc.). Si tenemos en cuenta
los cambios mencionados, es imprescindible dotar la enseñanza de la lectura de
una dimensión más social y crítica”.
En ese contexto, el desarrollo de la capacidad de
interpretar textos supone la práctica de distintas estrategias que la escuela
debe enseñar de manera transversal a lo largo de todo el curriculum. Cassany sostiene
que “interpretar requiere tomar conciencia del uso y del valor que tiene un
texto en nuestra comunidad (visto como artefacto social y político).
Interpretar es darse cuenta del tipo de texto que leemos, de las maneras con
que se utiliza, de los efectos provoca, del estatus que adquiere con él su
autor, de la opinión y la actitud que nos genera a los lectores, etc.
Interpretar es todavía más difícil que comprender, porque lo incluye”.
Para contribuir a lograr esa capacidad/competencia, Cassany ofrece:
10 claves para enseñar a interpretar.
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