Una somera exploración del significado de buenas prácticas educativas, nos remite a Epper y Bates (2004) cuando atribuyen a ese concepto las siguientes características:
- Contribuye a mejorar el desempeño de un proceso.
- Responde a una experiencia sistematizada, documentada y
experimentada.
- Su diseño se realiza desde un enfoque innovador.
- Aplica métodos de excelencia basados en la
innovación.
Según De Pablos y González (2007) por buena práctica "se
entiende un modelo/ejemplo de una actividad realizada con resultados
satisfactorios que responden a una visión compartida de
y constituyen el reflejo/producto de la identidad de un determinado contexto donde
se lleva a cabo". Además, las buenas prácticas “no deben entenderse como
la mejor actuación imaginable sobre un contexto específico, sino actuaciones
que suponen una transformación de las formas de funcionamiento habituales y que
constituyen el germen de un cambio positivo en las prácticas tradicionales”. Agregan que un rasgo inherente al concepto de buenas prácticas es el carácter de
"transferibilidad" y "exportabilidad".
Por su parte, Rodríguez Cagiao (2012) elabora el concepto del buen hacer educativo expresando: "El buen hacer
educativo son aquellas intervenciones educativas exitosas (docentes o
institucionales) que, exigiendo un esfuerzo intelectual consciente y constante
de reajuste y replanteamiento de la propia práctica, crean las circunstancias
que conducen al aprendizaje significativo/relevante en los estudiantes mientras
influyen positiva, sustancial y sostenidamente en sus formas de pensar, actuar
y sentir. El diseño de estas prácticas tiene un enfoque innovador, asumiendo
que la categoría de las hace merecedoras de ser un
modelo/ejemplo extrapolable y transferible a otros contextos. Además, deben de
poseer otra característica, y es que sean reconocidas por los demás (para lo cual
necesitan hacerse visibles)".
Pensamos que estas ideas abren un necesario debate en donde todos los docentes somos partícipes para autoevaluar nuestras intervenciones y prácticas de enseñanza, reflexionar sobre ellas y hacerlas visibles para compartirlas con colegas y la comunidad educativa.
Referencias:
De Pablos, J. y González, T. (2007). Políticas educativas e
innovación educativa apoyada en TIC: sus desarrollos en el ámbito autonómico.
Actas de las II Jornadas Internacionales sobre Política Educativa para la Sociedad del Conocimiento. Granada.
Epper, R. y Bates, A. (2004). Enseñar al profesorado cómo
utilizar la tecnología. Buenas prácticas de instituciones líderes. Barcelona:
Editorial UOC.
Rodríguez Cagiao, H. (2012). Una definición original de "Buenas prácticas". Fortalezas y debilidades de la adopción del término en Educación. Congreso Internacional de Docencia Universitaria e Innovación, 4-6 julio de 2012. Barcelona.