La evolución y
apropiación que las TIC están alcanzando en la vida social y cultural generan cambios en el ámbito de la educación virtual en donde impactan conceptos como los de ecosistema
comunicativo digital, web o software social, convergencia tecnológica, aprendizaje ubicuo
y entornos personales de aprendizaje, entre otros. Si nos detenemos en el e-learning, Gros (2011) ha planteado que éste ha
pasado por tres generaciones:
- Primera generación: adaptación de los materiales
textuales a formatos web (modelo centrado en los materiales).
- Segunda generación: el acento se puso en la búsqueda del
mejor campus virtual (plataformas y gestores).
- Tercera generación: modelo apoyado en la colaboración y
la flexibilidad (que el estudiante pueda generar conocimiento de forma
conjunta).
La tercera generación tiende a superar la metáfora del
aula y se integra con los distintos dispositivos (PC, tabletas, notebook, teléfonos inteligentes) y herramientas de la web social o web 2.0 que los sujetos utilizan y que configuran su "entorno personal de aprendizaje" (PLE). Así se espera que en el ámbito de la educación superior la educación virtual se enriquezca con las actividades que los estudiantes realizan en las redes sociales y con los recursos de Internet que habitualmente utilizan para comunicarse, acceder a información, aprender, compartir y co-producir contenidos.
Desde esa mirada, hablar de la
educación virtual hoy significa ir más allá del uso de plataformas tecnológicas
autosuficientes (LMS) ya que éstas se consideran estructuras cerradas frente al
universo dinámico y multifacético de herramientas y recursos digitales que han
surgido y que surgen de modo incesante, y que posibilitan la organización de
ambientes de enseñanza y de aprendizaje enriquecidos, flexibles y abiertos, con
amplia participación de los actores. De esta forma, tal como señala Bartolomé
“la plataforma es la red” y serán los propios estudiantes quienes, con la guía
y la orientación del profesor, seleccionarán y activarán las herramientas y
recursos que los llevarán al logro de los aprendizajes y a la generación del
conocimiento.
En este marco, destacamos que la importancia de los nuevos
entornos virtuales para la educación a distancia o combinada, no radica en las herramientas tecnológicas sino en la forma en que los
estudiantes las utilicen, con énfasis en la actitud de participación y colaboración para producir, intercambiar y distribuir contenidos.
Fuente: Gros, B. (2011). El modelo
educativo basado en la actividad de aprendizaje. En B. Gros (ed.). Evolución y
reto de la educación virtual. Construyendo el e-learning del siglo XXI.
Barcelona, UOC, 13-26.