Si bien en la vida social el uso de las tecnologías de la información y la comunicación se afianzan en todas las franjas etarias sea para establecer contactos con amigos, familiares y desconocidos o para acceder e intercambiar diversidad de datos, sabemos que en el ámbito educativo el uso de esos recursos resulta lento, esporádico y discontinuo, teniendo en cuenta que las políticas públicas ya se han ocupado de brindar equipamiento y conectividad en muchas instituciones. Esta realidad, que también se da en otros países y latitudes, nos interpela a buscar respuestas y a reflexionar sobre las dificultades y situaciones que no alientan o no son propicias para que los profesores integren las tecnologías en su quehacer áulico.
Sin desconocer que esa integración implica un largo proceso que no es lineal ni homogéneo porque se caracteriza por sus transiciones, rupturas y oscilaciones, distintos autores consideran que en ese fenómeno se pueden distinguir distintas fases o etapas por las que atraviesan los sujetos que enseñan. En tal sentido, Sandholtz y Reilly (2004) señalan que los profesores integran las tecnologías en la enseñanza siguiendo un proceso en donde se aprecian las siguientes cinco etapas:
• Acceso: involucra la etapa que en los
docentes aprenden los fundamentos del uso de las tecnologías.
• Adopción: los docentes proponen usos de la
tecnología en un nivel básico, de forma consistente con las prácticas de
enseñanza y de aprendizaje ya existentes.
• Adaptación: los docentes pasan de proponer
un uso básico de la tecnología a desarrollar propuestas de enseñanza en las
cuales las tecnologías se utilizan con mayor frecuencia y procuran el logro de actividades de aprendizaje de orden superior. No obstante, es aún escaso el cambio en las prácticas
de enseñanza y de aprendizaje.
• Apropiación: los profesores incluyen la
tecnología concibiéndola como herramienta para alcanzar los objetivos educativos y de
gestión.
• Invención: los docentes presentan las
tecnologías como herramientas flexibles en el aula. Surgen nuevas prácticas de
enseñanza y de aprendizaje, que apuntan a procesos activos, creativos,
interactivos y sociales.
Preguntas para nuestro debate: ¿En qué etapa nos encontramos? ¿Estamos en condiciones de dar un salto cualitativo para llegar a la apropiación y a la invención?
Si bien cada uno podrá esbozar una respuesta personal, lo importante es reconocer que la integración de las TIC constituye un aprendizaje para los profesores y estudiantes y que esa experiencia se construye con esfuerzo, vacilaciones e incertidumbre en la práctica situada. Es una oportunidad para crecer profesionalmente y para contribuir a una educación que hoy exige la sociedad del conocimiento.
Si bien cada uno podrá esbozar una respuesta personal, lo importante es reconocer que la integración de las TIC constituye un aprendizaje para los profesores y estudiantes y que esa experiencia se construye con esfuerzo, vacilaciones e incertidumbre en la práctica situada. Es una oportunidad para crecer profesionalmente y para contribuir a una educación que hoy exige la sociedad del conocimiento.
Fuente: Sandholtz, Judith y Reilly, Brian (2004),
“Teachers, not Technicians: Rethinking Technical Expectations for Teachers”,
Teachers College Record, Vol. 106, Nº 3, 487-512. Disponible en:
http://www.tcrecord.org/library Número ID: 11525