La semana pasada en instalaciones de la Universidad Pedagógica de Buenos Aires participé de una charla con el investigador y filósofo Pierre Lévy, autor reconocido por sus estudios sobre la cibercultura, la inteligencia colectiva y las transformaciones que se generan en el conocimiento a partir del flujo inconmensurable e inagotable de datos que están en internet.
Lévy en la UNIPE |
Lévy, director de la cátedra de Inteligencia colectiva en la
Universidad de Ottawa, describió los cuatro momentos históricos que remiten a invenciones del hombre que han configurado distintas formas de generar y transformar el conocimiento: la invención de la escritura que permitió registrar, acumular y clasificar el conocimiento, la creación del alfabeto y de los signos numéricos que abrió otras formas de manipular la información y el conocimiento, la invención de la imprenta que dio la posibilidad de multiplicar, reproducir y difundir el conocimiento, y la transformación automática de los símbolos creados anteriormente, lo que significa manipulación simbólica de información (digitalizada y ubicua), a través del lenguaje y de otros sistemas de símbolos culturales (políticos, económicos, sociales).
Gracias a esta última mutación cultural que hoy configura el ciberespacio o cibercultura o infoesfera, Lévy sostiene que la memoria colectiva de la humanidad se encuentra disponible en internet, es ubicua, está deslocalizada, es posible acceder a ella a través de herramientas variadas y potentes y, en consecuencia, se puede manipular y así llegar a transformar y ampliar el conocimiento.
Lévy afirma que el volumen de datos y de información que se encuentra en la infoesfera nos interpela con estas preguntas: ¿cuál es la información confiable y pertinente? ¿cuáles son las buenas fuentes de datos? ¿con qué criterios seleccionamos y procesamos información de la red? Pensar en estos interrogantes implica hablar de nuevos alfabetismos en donde tenga lugar el desarrollo de capacidades y habilidades en los aprendices para realizar búsquedas en fuentes relevantes, seleccionar información según determinados criterios, analizar datos, re-significarlos y re-crearlos, y ponerlos a disposición de otros. Se trata de promover y fomentar el pensamiento crítico y reflexivo sobre las fuentes de información y de producir nuevos significados en colaboración con otros.
De este modo Lévy argumenta que el desarrollo de la inteligencia personal es condición necesaria para que los sujetos puedan contribuir cabalmente a la generación de la inteligencia colectiva, y que en ese proceso es posible recuperar el concepto de aprendizaje colaborativo, ahora con nuevas estrategias, formatos y medios digitales e interactivos disponibles en el mundo virtual.
En síntesis, los aportes de Lévy nos desafían a repensar el trabajo docente con las tecnologías de la información y de la comunicación, y a diseñar propuestas y estrategias para que las herramientas tecnológicas estén al servicio del conocimiento, lo cual implica identificar y descubrir las mejores y más relevantes fuentes de información, interpretar y confrontar ideas y significados, recrearlos y difundirlos en distintas plataformas o dispositivos digitales.