¿Pueden las horas lectivas previstas marcar una gran diferencia en la consecución de logros académicos? ¿Qué papel juegan los métodos didácticos que se utilizan en la enseñanza de las distintas asignaturas en la obtención de mejores resultados independientemente de las horas reales de clase que tuvieron los estudiantes? ¿De qué manera la organización curricular influye en la calidad de los aprendizajes?
Si bien admitimos que más horas de clase en las aulas podría ser un factor que colabora en la calidad de los aprendizajes, entendemos que no es un factor decisivo y suficiente, tal como se evidencia en un informe publicado a fines de 2014 que da cuenta de una comparación entre el estudio de Eurydice Horas lectivas anuales recomendadas en Educación Obligatoria a Tiempo Completo en Europa 2013/14 con los resultados de pruebas internacionales como PISA Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes resultados 2012.
Una de las conclusiones que se desprenden de ese informe
señala que el tiempo vivido en el aula no dice nada acerca de la calidad de la
enseñanza y la significación del aprendizaje que se está produciendo. Desde ese
lugar, el desafío clave es proporcionar oportunidades y situaciones de calidad
para que los estudiantes se sientan estimulados y participen activamente en las
asignaturas del curriculum escolar de modo tal que se logre una influencia más significativa
en la obtención de buenos resultados en el aprendizaje.
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