25 septiembre 2015

7 mitos derribados de los mejores sistemas educativos


Hace unos meses (febrero 2015) se difundió un artículo que examina algunos mitos muy arraigados que circulan en los sistemas educativos de todo el mundo y que nos obliga a repensar los caminos para mejorar la calidad educativa más allá de ciertas variables que siempre se pensaron como razonables, como, por ejemplo, otorgar más presupuesto para la educación pública, dotar de más equipamiento tecnológico a las escuelas, asignar menos alumnos por clase, etc. 

No se trata de subestimar o borrar esas condiciones que reflejan las políticas educativas vigentes de cada país y que organizan las instituciones, sino de buscar y de generar otros dispositivos y estrategias que conduzcan a mejores resultados en términos de logros de capacidades socio-cognitivas en los sujetos que aprenden, dentro de su cultura y de su tiempo.  

A continuación presentamos el análisis de expertos de la OCDE sobre los siete mitos que, según su mirada, fueron objetados por los resultados de las pruebas PISA:

MITO 1. LOS ESTUDIANTES DE HOGARES MÁS POBRES TENDRÁN PEOR RENDIMIENTO
Los adolescentes en desventaja desde el punto de vista socioeconómico pueden lograr muy buenos resultados, según Andreas Schleicher, jefe de educación en la OCDE.
Los resultados de PISA muestran que el 10% de los estudiantes de 15 años de familias más pobres en Shanghái, China, tienen mejores resultados en matemáticas que el 10% más privilegiado de la misma edad en Estados Unidos y varios países europeos, señaló Schleicher.

MITO 2. LO IMPORTANTE ES CUÁNTO SE GASTA EN EDUCACIÓN
“El éxito de un sistema educativo ya no es el resultado de cuánto dinero se gasta sino en qué se gasta”, señaló Schleicher a la BBC.
Corea del Sur es uno de los países con mejores resultados de la OCDE, pero gasta bastante menos que el promedio de los países de esta organización.
Y Eslovaquia gasta cerca de US$53.000 por estudiante entre los 6 y 15 años, pero tiene resultados similares que Estados Unidos, donde el gasto por estudiante es de US$115.000.
Los mejores resultados obedecen a varios factores, pero uno clave es el gasto en los profesores.
“Entre esos factores, invertir en la calidad de los profesores destaca entre los más importantes”, le dijo Salinas a BBC Mundo.
Un ejemplo según el experto de PISA es el sistema desarrollado por Singapur en los años noventa para seleccionar, capacitar y remunerar a los profesores.
“Este sistema incluye el financiamiento completo de los estudios universitarios para los estudiantes de pedagogía, un salario docente (inicial y a lo largo de la carrera) competitivo comparado con otras profesiones, e incentivos al desempeño y al desarrollo profesional de los profesores, entre otros.
(http://www.pearsonfoundation.org/oecd/singapore.html).

MITO 3. LAS CLASES CON MENOS ALUMNOS SON MEJORES
La reducción de los grupos ha sido una de las principales causas del aumento en el gasto por estudiante en muchos países en la última década, señala Schleicher.
Pero los resultados de PISA no revelan una correlación entre el tamaño de las clases y el rendimiento.

MITO 4. EQUIDAD VS. SELECCIÓN ACADÉMICA
Muchos creen que un sistema no selectivo promueve la equidad, mientras que un sistema basado en la selección según el rendimiento académico promueve la excelencia.
Sin embargo, las comparaciones internacionales muestran que la equidad no es incompatible con la mejor calidad. Los sistemas educativos con mejores resultados combinan ambos factores.
Ninguno de los países con altos niveles de estratificación está entre los primeros en rendimiento.
El éxito del sistema educativo depende de factores cuya contribución individual no siempre es fácil de determinar, según Alfonso Echazarra.
Y la clave, nuevamente, es invertir en los profesores.

MITO 5. EL MUNDO DIGITAL REQUIERE AGREGAR MATERIAS NUEVAS
“El mundo moderno no nos premia por lo que sabemos, sino por lo que podemos hacer con lo que sabemos”, le dijo Schleicher a la BBC.
Cuando se puede acceder a tanto contenido en Google y las habilidades se están digitalizando y los trabajos cambian rápidamente, el foco debe ser que los alumnos puedan manejar formas complejas de pensar y trabajar y se conviertan en lifelong learners, personas que tienen el hábito del aprendizaje de por vida, agrega Schleicher.
Los sistemas educativos con mejores resultados no tienen currículos vastos pero de poca profundidad, sino que se concentran en enseñar unas pocas materias en gran profundidad.

MITO 6. PARA TENER ÉXITO HAY QUE NACER CON TALENTO
Algunos psicólogos en el pasado sostenían que el rendimiento académico depende más de la inteligencia heredada, que del esfuerzo.
Una comparación de estudiantes en las pruebas PISA indica que los profesores en general esperan menos de los estudiantes de hogares con mayor desventaja socioeconómica. Y muchas veces son los propios estudiantes y sus padres los que tienen bajas expectativas.
“Es poco probable que un sistema educativo logre situarse a la par de los países con mejores resultados mientras no acepte que todos los adolescentes pueden rendir a niveles muy altos”, le dijo Schleicher a la BBC.

MITO 7. LA INMIGRACIÓN BAJA EL NIVEL
Integrar estudiantes de diferentes comunidades en el sistema educativo puede ser un desafío para muchos países.
Sin embargo, los resultados de PISA muestran que no hay una correlación entre el porcentaje de estudiantes de familias inmigrantes y el rendimiento a nivel general para ese país, afirma Schleicher.
Incluso los alumnos con experiencias similares de inmigración pueden tener resultados muy diferentes. Ello muestra que más importante que de dónde vienen los estudiantes, es a qué colegio van.
PISA maneja el concepto de “estudiantes resilientes”, que “a pesar de provenir de familias socioeconómicamente desaventajadas, se sobreponen a sus circunstancias de origen y alcanzan resultados educativos de excelencia”, explicó Salinas a BBC Mundo.


Sin abandonar nuestros valores culturales y sociales, este análisis nos convoca a seguir pensando en nuestros sistemas educativos y a buscar caminos alternativos con igualdad de oportunidades e inclusión educativa.



19 septiembre 2015

La comunicación de nuestro tiempo en debate

En plena explosión de la comunicación mediada por tecnologías que ocurre en la cibercultura o sociedad-red, surgen preguntas acerca del lugar y del sentido de la comunicación interpersonal cara a cara frente a la "aparente" hegemonía de las comunicaciones por medios electrónicos. Nos preguntamos: ¿Hay diferencias cualitativas entre una y otra? ¿Ambas formas se contraponen, confluyen, se complementan? ¿El contenido y la hondura de los mensajes dependen del modo y del canal elegido para comunicarnos? ¿Se construye una nueva subjetividad y sociabilidad a través del uso de los mensajes electrónicos y de las redes sociales? ¿Cómo interpretamos hoy la sentencia más conocida de Mc Luhan que expresaba que el medio es el mensaje?  


Richard Estes, Cabinas telefónicas
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid



En esa línea, la revista Razón y Palabra N° 88 (2015) ha publicado un ensayo de Darío Ramos Grijalva: "La prevalencia de los medios de comunicación o de la comunicación interpersonal como el futuro de la comunicación", en donde su autor busca establecer cómo es la relación entre esos modos de comunicarse que a veces se contraponen y otras, se complementan. Para ello ahonda distintas dimensiones para entender la forma en cómo se estructuran, producen y recepcionan los mensajes; cómo circulan las ideas y los valores a través de los medios masivos; cómo se dan las relaciones de poder, entre otras. Ramos Grijalva también se plantea el tema de la dicotomía entre lo masivo y lo interpersonal que está presente en todo análisis del campo de la comunicación, a veces tácitamente, otras en cambio de manera manifiesta, y otras tantas en un sentido menos acotado.

Texto completo disponible en:



14 septiembre 2015

La explosión de las aplicaciones (APP): ¿qué hacemos?

Desde que se inició el desarrollo de la informática, las aplicaciones surgieron para resolver distintos problemas a través de programas específicos como correo electrónico, navegadores, procesadores de texto, blogs. Hoy vivimos rodeados de aplicaciones móviles (APP) que, desde el teléfono inteligente, tableta u otro dispositivo, nos permiten acceder a información específica, comunicarnos y realizar distintas actividades ligadas a nuestra vida cotidiana, laboral, social, política y económica. Algunas son gratuitas y otras son de pago.

Sabemos que el repertorio de APP repercute de modo especial en los adolescentes y jóvenes que viven inmersos en la cultura digital y desde ese lugar Howard Gardner y Katie Davis han realizado investigaciones sobre el uso y el impacto de las APP cuyos resultados se expresan en el libro La generación APP (Paidós, 2014). 

Estos autores analizan el potencial de las APP, definen qué significa ser "app dependiente" frente a ser "app competente" y exploran cómo la vida de esa generación difiere de la vida anterior a la era digital. Abordan tres áreas cruciales de la vida de los adolescentes, como son la identidad, la intimidad y la imaginación, y ponen en debate los inconvenientes de las aplicaciones, que difuminan el sentimiento de identidad, fomentan las relaciones superficiales con los demás y entorpecen la imaginación creativa. También hay lugar para reconocer beneficios y aspectos positivos inherentes al uso de las APP, como fomentar un fuerte sentimiento de identidad, propiciar las relaciones profundas y estimular la creatividad. 


¿Será posible que en el breve plazo la educación obligatoria conceda y organice espacios y recursos para promover la creación de APP sencillas que puedan ser aplicadas en el ámbito escolar?

07 septiembre 2015

Más experiencias y evaluaciones de los MOOC

Para alimentar el debate sobre las perspectivas y resultados de la educación en línea y a distancia, resulta interesante la lectura del dossier de la revista Comunicar N° 44, 2015, dedicado a los MOOC (Cursos masivos abiertos en línea): interactividad comunicativa y multimedias con la coordinación de Manuel Cebrián de la Serna, de la Universidad de Málaga (España) y de Philip Desenne, Harvard University (USA).




Los diferentes artículos de este dossier ofrecen vertientes descriptivas y críticas sobre este tipo de cursos que empezaron con el típico optimismo propio de toda innovación tecnológica y que luego continuaron con la cautela necesaria para decantar logros, dificultades y problemas. Entre los títulos que se presentan en la publicación figuran: 

  • Literatura y práctica: una revisión crítica acerca de los MOOC, por Andrés Chiappe-Laverde, Nicolás Hine y José-Andrés Martínez-Silva. Dundee (Escocia) y Bogotá (Colombia)
  • Diseño, motivación y rendimiento en un curso MOOC cooperativo, por Carlos Castaño, Inmaculada Maiz y Urtza Garay. Bilbao (España)
  • Un estudio sobre los componentes pedagógicos de los cursos online masivos, por Manuela Raposo-Rivas, Esther Martínez-Figueira y José-Antonio Sarmiento Campos. Vigo y Pontevedra (España)
  • Desafíos en la creación, desarrollo e implementación de los MOOC: El curso de Web Science en la Universidad de Southampton, por María-del-Mar Sánchez-Vera, Manuel León-Urrutia y Hugh Davis. Murcia (España) y Southampton (Reino Unido)
  • Evaluación de competencias digitales didácticas en cursos masivos abiertos: Contribución al movimiento latinoamericano, por Erika Hernández-Carranza, Sandra Romero-Corella y Soledad Ramírez-Montoya. Michoacán y Monterrey (México)
  • ¿Son los MOOC una alternativa de aprendizaje? por Antonio Bartolomé y Karl Steffens. Barcelona (España) y Köln (Alemania).