21 junio 2018

9 libros sobre el uso de las TIC en Educación


Cada día se expande más la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación en las aulas de educación básica y superior, la cual responde a demandas sociales, políticas e institucionales y a desafíos abiertos en torno a la relación de las TIC y su potencial influencia e impacto en los modos de aprender, enseñar y conocer. 
Más allá de los innumerables artículos y experiencias que se difunden en la web, es interesante la propuesta de libros que analizan y sistematizan el uso de las TIC en la educación y que abordan distintos ejes involucrados en las acciones educativas.
En ese contexto, compartimos el siguiente sitio web que presenta un conjunto de libros dirigidos a docentes y educadores que brindan líneas acerca de la implementación de las TIC en el ámbito educativo.


http://noticias.universia.com.ar/educacion/noticia/2015/10/06/1132025/9-libros-docentes-uso-nuevas-tecnologias-educacion.html






14 junio 2018

Evaluar en la era digital


Si promovemos el uso de las TIC en el ámbito educativo es razonable que pensemos también en nuevos modos de evaluar los aprendizajes que destaquen las competencias digitales y las estrategias que desarrollan los estudiantes cuando aprenden con las tecnologías. Una evaluación que proponga la interacción del estudiante con el conocimiento en los entornos virtuales de aprendizaje.
No se trata de promover los cuestionarios o pruebas en línea con respuestas cerradas que tienen corrección automática que pueden fascinar por su rapidez e inmediatez. Se trata de pensar qué propuestas e instrumentos son los más apropiados y creativos para que los estudiantes elaboren respuestas y alternativas de solución para resolver problemas y situaciones de las disciplinas en contextos variados. Propuestas que ofrezcan la posibilidad de comprender, aplicar y transferir la teoría y la práctica a variedad de casos y problemas, en donde sea imposible que el alumno presente respuestas estandarizadas, repetidas o copiadas de Internet.

El desafío es buscar y aplicar nuevas formas de evaluación que, utilizando fuentes de información y recursos multimediales digitales, interpele al estudiante para interpretar y resolver problemas y casos en donde convergen múltiples dimensiones y perspectivas teórico-prácticas.  

En línea con esta cuestión, Florentino Blázquez, Laura Alonso y Rocío Yuste presentan su libro La evaluación en la era digital (Editorial Síntesis, 2017), el cual reflexiona sobre los efectos y las exigencias que la era digital está reclamando a la educación, concretamente a los procesos de enseñanza y de aprendizaje, pero muy especialmente a su evaluación. Su finalidad es ofrecer a los docentes una revisión del papel de la evaluación en los entornos digitales en contextos educativos escolares, universitarios, formales y no formales. 
Destaca la aplicación práctica de la evaluación digital en contextos de aprendizaje colaborativo a través de dispositivos móviles y entornos personales de aprendizaje, entre otros; ofreciendo estrategias digitales de evaluación específicas en cada caso y sugerencias para la evaluación por competencias y para la acreditación de la autoría. De esta forma, el proceso de evaluación será capaz de generar un valor social en el aprendizaje y servirá para promover la innovación educativa, indispensable en el contexto educativo actual.


01 junio 2018

Ayer: acoso. Hoy: ciberbullying


Las perspectivas que se abren con las TIC son innumerables y en el campo educativo, aún hay mucho por hacer tanto en lo referido a su potencial para mejorar la enseñanza y el aprendizaje como a los riesgos que puede insumir un uso inapropiado. 

Pensemos en las relaciones e interacciones que se dan entre estudiantes cuando el uso de los teléfonos móviles y las redes sociales se destina al acoso que, ubicados en la cibercultura, hoy se denomina ciberbullyung o ciberacoso. Se trata de relaciones agresivas y ofensivas que se ocultan en el anonimato, que no se abordan en la escuela por su invisibilidad o por la indiferencia institucional, que trastornan el proceso de aprendizaje y la integración de los estudiantes a la escuela con el consecuente abandono de los estudios por la desesperación y el aislamiento del sujeto que es centro de hostigamiento, denigración, suplantación de identidad, violación de intimidad y persecución a través de las pantallas.


Si bien es cierto que estas conductas agresivas muchas veces son invisibles para las autoridades escolares y los padres, y silenciadas por las víctimas por vergüenza o indefensión, resulta fundamental observar y atender lo que pasa en el espacio institucional, cómo se tejen los vínculos y cómo se relacionan los chicos y adolescentes entre sí.

Bajo esta situación preocupante en distintas latitudes, se ubica un estudio (2017) realizado por Domínguez-Alonso, Vázquez-Varela y Nuñez-Lois, titulado Cyberbullying escolar: incidencia del teléfono móvil e internet en adolescentes, publicado por la revista electrónica Relieve, 23(2). El objetivo del estudio está enfocado a conocer la prevalencia de las formas de cyberbullying (teléfono móvil e internet) y cómo éstas se ven influenciadas por las variables personales y escolares. Se trabajó con una muestra formada por un total de 749 alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, de Galicia, con edades comprendidas entre los 12 y los 15 años. Para la recogida de información se utilizó un cuestionario “ad hoc” (datos socio-escolares) y la escala de Victimización entre Adolescentes a través del Teléfono Móvil y de Internet (CYBVIC) (Buelga, Cava & Musitu, 2012). 

De un primer análisis descriptivo, se obtienen porcentajes similares pero con ligera prevalencia en los actos de acoso a través del teléfono móvil (18.6%) sobre internet (12%) de los adolescentes. Asimismo, entre las formas de comportamiento que implican agresiones, tanto a través del teléfono móvil e internet, despuntan la denigración y la violación de la intimidad. Además, los datos indican que los adolescentes con mayor predisposición a sufrir cyberbullying a través del teléfono móvil e internet serían chicas entre trece y quince años, con alguna materia suspensa y que viven en familias desestructuradas.

Podemos acceder al estudio en: