La
perspectiva de género, la igualdad entre varones y mujeres, el lenguaje
inclusivo, la educación sexual integral, son algunos de los grandes temas que
atraviesan los debates de la sociedad contemporánea, suscitando acaloradas
discusiones en foros políticos, gubernamentales, de instituciones y grupos,
dando lugar a un cambio cultural que nos interpela y nos plantea la
construcción o reconfiguración de una conciencia social que propone una
comprensión de la realidad en su diversidad y en la inclusión de todos/as sus
actores con igualdad de derechos y obligaciones. Una nueva perspectiva que
contribuya a una mejor relación e interacción entre las personas sin discriminaciones
en su género, identidad sexual ni en los roles sociales que desempeñan en
cualquier ámbito de la realidad.
En esa
línea queremos compartir una mirada amplia y específica que se plasma en el Manual
de comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente, de Claudia Guichard
Bello, editora, docente y feminista, egresada de la Licenciatura en Lingüística
y Literatura Hispánica por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
En la
presentación del libro, leemos aproximaciones a la perspectiva desde la cual se
desarrolla el tema de enorme actualidad para nuestra vida socio-cultural:
El lenguaje expresa una compleja trama de
dimensiones humanas que van desde lo cotidiano y práctico hasta lo simbólico;
abarca sentimientos, mandatos, experiencias, circunstancias históricas y
situaciones actuales. En el lenguaje también se manifiestan las asimetrías, las
desigualdades y las brechas entre los sexos. Esto es así porque el lenguaje
forma un conjunto de construcciones abstractas en las cuales inciden juicios,
valores y prejuicios que se aprenden y se enseñan, que conforman maneras de
pensar y de percibir la realidad.
El uso del idioma es un reflejo de las
sociedades; transmite ideología, modos y costumbres, valores. En las sociedades
patriarcales, el lenguaje está plagado de androcentrismo que se manifiesta en
el uso del masculino como genérico, lo que produce un conocimiento sesgado de
la realidad, coadyuvando a la invisibilidad y la exclusión de las mujeres en
todos los ámbitos. El sexismo se observa en el uso diferenciado en los
tratamientos, en los usos de cortesía, en la enorme cantidad de formas
peyorativas que existen para nombrar a las mujeres, en las designaciones
asimétricas, los vacíos léxicos, las figuras retóricas, el orden de aparición
de las palabras y en la referencia a las mujeres como categoría aparte,
subordinada o dependiente en las ciencias, la historia y las artes, en las
leyes y las religiones; en lo privado y lo público.
El
libro completo se puede descargar y leer en:
Otro
libro vinculado con esta problemática es el Manual de estilo para el tratamiento de la violencia machista y el
lenguaje inclusivo en los medios de comunicación, de Remei Castelló Belda y
Anna Gimeno Berbegal. Una obra que se realizó en cumplimiento del Pacte
Valencià contra la Violència de Gènere i Masclista (2017) que busca romper los
muros que invisibilizan la violencia de género y machista y socializarlo como
un conflicto político y social.