15 julio 2020

Educación virtual en un mundo desigual


En el contexto mundial de la pandemia por el COVID-19, los sistemas educativos, sacudidos por una realidad tan inédita como inesperada, se vieron impelidos a nuevas formas de enseñar y de aprender aferrándose de modo casi excluyente a las tecnologías de la información y de la comunicación que tienen como soporte a la web. Si bien es cierto que vivimos en una cibercultura, también llamada cultura digital, en donde millones de personas de todo el mundo acceden a diferentes medios electrónicos conectados a Internet, a veces desconocemos qué segmentos de la población de nuestro país y del mundo no cuentan con ese servicio de conectividad y que, por ello, están lejos de la inclusión digital tan necesaria para la igualdad de oportunidades educativa y el acceso al conocimiento.

En esa línea, compartimos una interesante nota de Rosa María Torres, titulada: 2020: ¿Está el mundo preparado para la educación virtual? en donde avanza con otra pregunta clave para analizar y pensar sobre los alcances e implicaciones de la educación mediada por TIC o educación virtual: ¿Está el mundo preparado en 2020 para globalizar la educación virtual (online) desde el hogar, según lo propuesto por la UNESCO y otros organismos internacionales para hacer frente a la pandemia del COVID-19 y al cierre de los sistemas escolares debido al confinamiento? La respuesta es un clarísimo NO.

Para responder a este interrogante clave, nos parece importante apoyarnos en las estadísticas de la UNESCO (https://sdg.uis.unesco.org/2020/05/15/the-importance-of-monitoring-and-improving-ict-use-in-education-post-confinement/) que señalan:

Las estimaciones globales sugieren que 826 millones de estudiantes carecen de una computadora doméstica, 706 millones carecen de acceso a Internet en su hogar y otros 56 millones carecen de cobertura por redes móviles 3G / 4G. Para evaluar mejor el alcance del impacto del cierre de escuelas y de las respuestas educativas nacionales resultantes, se lanzó recientemente una encuesta de los ministerios de educación conjuntamente por la UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial para informar con mayor precisión una respuesta educativa global colaborativa.
Sin dispositivos adecuados de tecnología de la información y la comunicación (TIC), acceso a Internet / red móvil, recursos educativos y capacitación de maestros, los estudiantes simplemente no pueden participar en la educación a distancia para continuar en sus trayectorias de aprendizaje. Corren el mayor riesgo de quedarse atrás los estudiantes de áreas de escasos recursos, áreas rurales remotas y hogares de bajos ingresos. Además, los estudiantes con discapacidades o aquellos que usan un idioma diferente en el hogar que en la escuela requerirán un apoyo más individualizado.


Del trabajo de Rosa María Torres, recuperamos el siguiente resumen de datos.

Este es el panorama mundial cuando emerge la pandemia.
- En términos generales, la mitad de la población mundial usa Internet y menos de la mitad de los hogares tiene una computadora.
- "Estimaciones globales sugieren que 826 millones de estudiantes no tienen computadora en casa, 706 millones no tienen acceso al Internet en casa y 56 millones no tienen cobertura de redes móviles 3G/4G" (Instituto de Estadísticas de la UNESCO, 2020).
- 46% de las personas a nivel mundial dice haber usado Internet en los tres últimos meses (Our World in Data, 2000)
- En 2018, 57,8% de los hogares tenía conexión de Internet, 48,3% en los países en desarrollo y 17,8% en los Países Menos Desarrollados.
- En 2019, Internet tenía una penetración de 53,6% en el mundo. 86,6% de los usuarios estaba en los países desarrollados y 19,1% en los PMD.
- 58.0% de los usuarios a nivel mundial eran hombres y 48% mujeres.
- 6.500 millones de personas (85,5% de la población mundial) carecen de una conexión fiable a Internet de banda ancha (PNUD, abril 2020).
- En 40 de los 84 países para los cuales hay datos, menos de la mitad de la población tiene competencias digitales básicas como copiar un archivo o enviar un correo electrónico con un adjunto.

Los déficits no están solo en Africa Subsahariana, como suele destacarse, sino en todo el mundo, incluidos los países desarrollados que tienen también grandes desigualdades en su interior. A esto hay que agregar los grandes déficits y las grandes brechas educativas que persisten tanto en el Norte como en el Sur.




Para cerrar, nos queda plantearnos otro aspecto fundamental del problema de la educación virtual “obligada” por la pandemia, ya que su adecuada y apropiada implementación requiere el acompañamiento, orientación y seguimiento de docentes capacitados para trabajar en entornos virtuales, además de la contención y apoyo de los padres, madres o adultos que viven con los/as niños/as y adolescentes.