Los hombres son entre ellos tan iguales como desiguales. Son iguales en ciertos aspectos y desiguales en otros.... Sin embargo, la aparente contradicción de estas proposiciones, “los hombres son iguales”, “los hombres son desiguales”, depende únicamente del hecho de que, al observarlos, al juzgarlos y al sacar consecuencias prácticas, se ponga el acento sobre lo que tienen en común o, más bien, sobre lo que les distingue”.
Bobbio, N. (1995) Derecha e Izquierda. Madrid: Taurus