25 noviembre 2023

Sobre utopías...

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía?

Para eso sirve: para caminar.

Eduardo Galeano



17 noviembre 2023

La inteligencia artificial en las prácticas de escritura en las aulas universitarias

Continuando con uno de los hechos tecnológicos más impactantes de los últimos tiempos, hoy compartimos un estudio sobre la introducción de la inteligencia artificial (IA) en el contexto educativo, específicamente una investigación sobre el desarrollo y los efectos de la escritura en las aulas universitarias.

El reciente estudio (2023) se titula Escritura, creatividad e inteligencia artificial. ChatGPT en el contexto universitario que se ocupa de analizar las posibilidades creativas de los sistemas de Inteligencia Artificial (IA) para el desarrollo de la escritura en el contexto educativo. El objetivo es aportar evidencias en el uso de la IA y contribuir al conocimiento de su integración en las aulas como apoyo a los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Para ello establecen dos tipos de diseño: una investigación de corte cuantitativo no experimental de tipo descriptivo y comparativo, y un estudio cuasi-experimental de tipo pretest-postest. La muestra estuvo compuesta por 20 sistemas de IA y 193 estudiantes universitarios, a los cuales se les aplicaron los juegos 2 y 3 del test español PIC-A («Prueba de Imaginación Creativa para Adultos»). El alumnado repitió los juegos con ayuda de ChatGPT, con el fin de comparar la posible mejora de sus producciones. Los resultados destacan la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre las IA y el alumnado en los indicadores de fluidez, flexibilidad y originalidad narrativa del juego 2. Además, se encuentran diferencias significativas entre las puntuaciones del pretest y postest del alumnado en fluidez, flexibilidad y originalidad narrativa del juego 2, así como en fluidez del juego 3. Finalmente, se pone de manifiesto la ayuda que la IA proporciona en tareas de escritura y creatividad verbal, lo que debería ser tenido en cuenta en la enseñanza de lenguas; en cualquier caso, la IA no puede reemplazar a la inteligencia y la creatividad humana.




Más información sobre la investigación está disponible en: https://doi.org/10.3916/C77-2023-04

08 noviembre 2023

Miradas sobre la inteligencia artificial (IA) en el ámbito de la educación

Ya presentamos en posts anteriores algunas líneas sobre la inteligencia artificial (IA) y sus implicaciones y efectos en la enseñanza y el aprendizaje, además de los grandes desafíos que genera para la formación docente. ¿Qué prácticas con la IA son propicias para introducir y desarrollar en las aulas? ¿Qué aspectos deberían desalentarse en los procesos de enseñanza y de aprendizaje basados en la IA? ¿Cuáles son los principios centrales que podrían orientar y acompañar la acción docente para la incorporación virtuosa de la IA? ¿Cuál es el lugar de la interacción intersubjetiva y el afecto cuando se utiliza la IA en gran parte de las prácticas educativas?

En esta línea de este debate compartimos algunos fragmentos del artículo Todo para lo que no sirve la inteligencia artificial en educación de Óscar Boluda Ivars (2023) que puede orientar la acción de profesores y profesoras: 


La IA nunca será capaz de alternar estrategias de enseñanza según el día, la hora, la motivación de los estudiantes o la materia de cada clase. Adaptarse y flexibilizar la hora de clase, midiendo el ambiente de clase, está solo al alcance de docentes humanos. Por no hablar de captar la atención, promover el diálogo y escuchar con verdadero interés las preocupaciones de los estudiantes. Dudo que podamos disponer de una inteligencia artificial que evite la disrupción, los conflictos, el desapego a la escuela o la pesada mochila (no solo física) que porta cada alumno.

La IA no debería tampoco ser decisiva en la evaluación y promoción de un alumno. Hay ciertos imponderables que, tan solo el docente, su tutor o tutora, son capaces de valorar pese a la ayuda que puedan ofrecernos los datos cocinados por algún software de inteligencia artificial. Los peligros que conllevan estos programas pueden perpetuar los sesgos sociales de origen como un efecto secundario de esa eficiencia a la que aspiramos con el uso de algoritmos.

La IA, al igual que los buscadores actuales, ofrece respuestas y soluciones a (casi) todo aquellos que le planteamos. Sin embargo, todo el razonamiento que hay detrás de cada aportación, no puede ser asimilado sin lecturas o un estudio previo. La IA es eficiente solo si deseamos formar autómatas como mano de obra principal. La distopía puede estar más cerca que nunca con una reducida franja de la población bien educada, en las artes y la ciencias, sin un uso intensivo de la tecnología; y una mayoría ofuscada con una formación exclusiva en el uso de herramientas digitales para colaborar en el mantenimiento de esa automatización imperante que nos acecha.

La IA no educa o deseduca. Poner la responsabilidad de la educación en unos algoritmos diseñados por corporaciones empresariales no parece una buena idea. Y la moral importa. En tiempos de desinformación, donde es fácil creernos cualquier tipo de publicación manipulada, es necesario ese nuevo realismo que combate las estupideces de las redes gracias a la filosofía o el arte. Si permitimos programar con IA, evaluar solo con IA o segregar con IA, acabaremos embruteciendo a la población. La originalidad y la autenticidad en la creación de contenidos acabarán siendo algo extraordinario. 

El artículo completo está disponible en:

https://www.efepeando.com/2023/03/todo-para-lo-que-no-sirve-la.html