Así lo descubrimos en su poema:
Desgarrada la nube
Desgarrada
la nube; el arco iris brillando ya en el cielo, y en un fanal de lluvia y sol
el campo envuelto.
Desperté.
¿Quién enturbia los mágicos cristales de mi sueño?
Mi
corazón latía atónito y disperso.
¡El
limonar florido, el cipresal del huerto, el prado verde, el sol, el agua, el
iris..., ¡el agua en tus cabellos!...
Y
todo en la memoria se perdía como una pompa de jabón al viento.