30 marzo 2011

Un debate sobre la comunicación en la sociedad en red


Oswaldo Guayasamin
¿Qué rasgos caracterizan a la comunicación mediada a través de las redes digitales? ¿Cómo vivimos y qué experimentamos en esa situación?

¿Se abren amenazas para la interacción intersubjetiva y para el diálogo? ¿Emergen nuevas potencialidades para estar comunicados en todo momento, en cualquier lugar y para los más diversos propósitos?


Para alimentar este debate, seleccionamos unos párrafos de un interesante artículo de José Gutiérrez Maldonado (UOC, 2002), titulado: "Internet y psicología. El futuro ya está aquí".

Internet hace posible el concepto de aldea global. De igual forma que las actividades sociales se confundían en la aldea antes de la llegada de la carretera, parece que van a confundirse de nuevo en el futuro gracias a Internet. Desaparecerá la diferenciación de actividades en espacios porque habrá un único espacio. Podrá romperse la separación de actividades que conlleva la necesidad de desplazarse del lugar donde se desarrolla una función al lugar donde se realiza otra. Colaboradores, familiares y amigos, todos estarán al alcance en cualquier momento y en cualquier lugar. No será necesario estar en un sitio concreto para trabajar porque se podrá conectar con el ordenador del puesto de trabajo desde cualquier lugar. Tampoco será necesario esperar a que empiece la jornada laboral para comenzar a trabajar, o dejar de hacerlo cuando ésta acabe. Se estará siempre trabajando y desde cualquier lugar. El estudiante ya no dependerá de lo que le ofrezca la universidad de su ciudad, podrá ser alumno de cualquier universidad del mundo. No será necesario abandonar el trabajo y llegar a casa para estar con la familia, porque la comunicación con ellos será permanente. Lo mismo ocurrirá con los vínculos de amistad...

En la comunicación a través de Internet existen pocos datos que nos informen del estatus y la posición social de la otra persona, lo que confiere al medio un sentimiento de igualdad en la interacción. La falta de estas señales, junto al anonimato, favorece que las personas se presenten ante los demás con un "yo ideal" en mayor medida que en una conversación cara a cara. El paso de la conversación general a temas relacionados con experiencias profundas y fantasías es muy fácil. El alto nivel de intimidad que puede alcanzarse es una de las características más distintivas y motivadoras de los diferentes recursos comunicativos por Internet, cuya utilización puede ser calificada por algunas personas como adictiva.



El interrogante que planteamos es:

¿Qué implicancias e impacto consideran que tienen las expresiones de Gutiérrez Maldonado para las actividades educativas?

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12 marzo 2011

La inclusión de la escuela en la cibercultura

Néstor García Canclini hace un tiempo se preguntaba: "¿Existen diferencias entre el consumidor de televisión y el de internet? Hay algunas. El usuario de internet suele ser más activo, trabaja más en la edición del material, puede seleccionar, ir y venir, interrumpir la comunicación. A veces el consumidor de televisión lo imita, porque el control remoto permite ese juego, pero en general tiene fidelidades más rígidas.
La interactividad de internet es más desterritorializada. Hay estudios que muestran la facilidad de los internautas para sociabilizar desde posiciones indefinidas, incluso simuladas, inventándose identidades".


Desde esa potencialidad y ese amplio horizonte que ofrecen las TIC para que los usuarios pasen a desempeñar roles más activos y críticos que van desde la lectura hasta la re-escritura, la producción de textos y de mensajes multimedia y la gestión compartida del conocimiento (ya sea a través de wikis, trabajos académicos y proyectos colaborativos), es tiempo que las instituciones educativas se integren a esta realidad de la cibercultura y se apropien de los medios que cautivan y desvelan a las generaciones net o nativos digitales.


Ellos imaginan, ensayan, prueban y comparten nuevos usos de los medios, editando imágenes y sonidos, inventando formatos, y así se manifiestan, canalizan deseos e intereses, rechazan o protestan, imponen modas y estilos.



Se requiere que la escuela abre sus puertas de manera franca sin suspicacias a la inclusión de los medios digitales estudiando y reflexionando sobre sus posibilidades creativas y cognitivas en el trabajo cotidiano. Desde ese lugar, mientras los docentes enseñan, estarían potenciando el rol de "emirec" (Cloutier) en los alumnos, es decir un sujeto que es a la vez emisor y receptor, lector crítico y reflexivo, y productor de mensajes que resignifican su historia, su contexto y su mundo.
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03 marzo 2011

Mitos tecnológicos en la educación


Si bien desde la aparición de la red internet mucho se ha escrito sobre las promesas y bondades que ella generaría para el campo educativo, a más de una década de aplicación de las TIC se replican voces que con cautela y actitud crítica habían alertado sobre los sucesivos mitos tecnológicos que se habían instalado en las prácticas educativas.
Jesús Beltrán Llera (2001), de la Universidad Complutense de Madrid, había sostenido que "La realidad de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación comienza con una serie de profecías fallidas:
En la década de los años 20, se decía que los dibujos reemplazarían a los libros de texto;
En la década de los 30, la radio se convirtió en el epicentro de un nuevo tipo de clase:
En la década de los 50, la televisión se presentaba como el futuro de la educación;
En la década de los 60, la "enseñanza asistida por ordenador" iba a desplazar a los profesores;
Ahora se dice que la escuela del siglo XXI es la web".


Sin lugar a dudas, esa matriz mitificadora de los objetos y artefactos tecnológicos en el contexto educativo tampoco ha dado, en los albores de este siglo, los resultados esperados en términos de igualdad, excelencia y democratización de la educación. La solución de los problemas sociales, culturales, políticos y económicos de un pueblo no se resuelven a partir de un único factor como el educativo, aunque sabemos de su relevancia para la formación de ciudadanos y pueblos emancipados. Y el mejoramiento de la educación no pasa meramente por políticas de equipamiento informático y de integración de las TIC al curriculum.

Si no encuadramos las nuevas alfabetizaciones y las competencias múltiples en un proyecto educativo sostenido, de largo alcance, equitativo y transformador, las TIC serían un contenido más dentro de un modelo de corte trasmisivo y reproductor de pautas culturales homogeneizadoras y hegemónicas.
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