22 julio 2013

A mayor cantidad de medios disponibles ¿más lectura?




La pregunta del título nos sugiere repensar cómo, cuánto, cuándo y en qué soportes leemos, teniendo en cuenta la amplia disponibilidad de medios y herramientas de la información y la comunicación que forman parte de la vida cotidiana de este tiempo: libros, periódicos y revistas impresos y digitales, publicidad, páginas web, redes sociales, mensajes SMS, correos electrónicos, portales de Internet, etc. 
Preguntamos entonces: ¿Leemos más que hace 10 años? ¿Y cómo leemos?

En tal sentido, el notable especialista en análisis del discurso y catedrático Daniel Cassany (2009) expresa: 
"Vivimos rodeados de basura escrita, de textos que exageran, ocultan, manipulan
o engañan. Leer es mucho más estratégico que antes, porque requiere saber
navegar entre tanta información para hallar lo que se busca y separar la basura
de las perlas.
En definitiva, hoy se lee más que ayer, textos más diversos y sofisticados; los textos
han adquirido formas, funciones y características notablemente diferentes a las de
antaño. Por todo ello, enseñar a leer no puede limitarse solo a adquirir la mecánica
fonográfica (a relacionar la letra con el sonido, a oralizar el texto), o a desarrollar
los procesos cognitivos de comprensión (a activar el conocimiento previo, hacer
hipótesis, confirmarlas al procesar la prosa, autoevaluar la propia comprensión,
etc.). Si tenemos en cuenta los cambios mencionados, es imprescindible dotar la
enseñanza de la lectura de una dimensión más social y crítica".


Este párrafo forma parte del artículo de Cassany: 

10 claves para enseñar a interpretar, disponible en: