La especialista en temas curriculares Heidi Hayes Jacobs ha publicado el libro Curriculum XXI. Lo esencial de la educación para un mundo en cambio (Narcea, 2014) que
desafía a los responsables de las políticas públicas y a toda la comunidad
educativa con preguntas en torno a la influencia e importancia del curriculum
como estrategia y propuesta formativa del sistema educativo para la sociedad contemporánea.
Esta autora, fundadora y directora de Curriculum 21 y que dirige el "National Curriculum Mapping Institute", se pregunta con sensatez: ¿Para qué año está preparando a sus alumnos? ¿Para 1973, para 1995? ¿Puede decir con sinceridad que el
currículo de su escuela y los métodos que utiliza preparan a sus estudiantes
para 2020 o 2030? ¿Los prepara siquiera para hoy?
Estas provocativas preguntas son el punto de partida de una reflexión en torno al tema del curriculum, abordada por algunos de los más importantes estudiosos mundiales en esta materia. En el libro se recorren distintos elementos curriculares: los contenidos, la metodología, las disciplinas, la evaluación, los horarios, etc., y se plantea la necesidad de romper esquemas y tomar decisiones: qué debe salir de nuestros viejos esquemas, qué novedades tenemos que introducir y, en definitiva, qué tiene cabida y es necesario en un currículo que responda a las necesidades reales de los alumnos del siglo XXI.
Para ello, Hayes Jacobs postula la necesidad de revisar, actualizar e inyectar vida en nuestro currículo y alterar de modo espectacular el formato de las escuelas, para adaptarlo a las características de los nuevos aprendices-nativos digitales y a las demandas de los tiempos. Insiste en que nuestra responsabilidad como educadores consiste en preparar a los estudiantes de hoy para su mundo y su futuro.
Estas provocativas preguntas son el punto de partida de una reflexión en torno al tema del curriculum, abordada por algunos de los más importantes estudiosos mundiales en esta materia. En el libro se recorren distintos elementos curriculares: los contenidos, la metodología, las disciplinas, la evaluación, los horarios, etc., y se plantea la necesidad de romper esquemas y tomar decisiones: qué debe salir de nuestros viejos esquemas, qué novedades tenemos que introducir y, en definitiva, qué tiene cabida y es necesario en un currículo que responda a las necesidades reales de los alumnos del siglo XXI.
Para ello, Hayes Jacobs postula la necesidad de revisar, actualizar e inyectar vida en nuestro currículo y alterar de modo espectacular el formato de las escuelas, para adaptarlo a las características de los nuevos aprendices-nativos digitales y a las demandas de los tiempos. Insiste en que nuestra responsabilidad como educadores consiste en preparar a los estudiantes de hoy para su mundo y su futuro.