Seymour Papert y Cynthia Solomon, destacados investigadores y pioneros que abrieron camino en el uso de la tecnología informática en el mundo educativo, sostenían ya en la década de los 70 que el uso instrumental de las computadoras era apenas una dimensión y que lo más destacado consistía en considerar que estas herramientas podían incidir en nuestras formas de aprender, pensar y conocer.
En un informe publicado en 1971 para el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) titulado “20 cosas que se pueden hacer con ordenadores”, estos autores presentaron el diseño del lenguaje de programación Logo a través del cual los niños podían programar ordenadores para controlar robots, componer música, hacer juegos y otros tipos de actividades creativas. En ese escrito expresaron:
"No deja de ser extraño que el uso de los ordenadores en educación se haya limitado normalmente a utilizar estos nuevos y atractivos dispositivos para enseñar lo mismo de siempre en versiones apenas disfrazadas de las mismas viejas maneras".
Han pasado nada menos que 45 años y vemos que las formas de enseñar y de aprender con apoyo de las tecnologías digitales siguen sin grandes mutaciones y sin resultados significativos, aún cuando las inversiones hayan crecido para dotar de equipamiento a las escuelas y centros educativos. ¿Qué factores asisten y sostienen esta situación educativa tan conservadora como arraigada? ¿Qué es lo que ha fracasado? ¿Qué estrategias no se han considerado?
Papert, matemático, educador y pionero de la inteligencia artificial que creó el Epistemology & Learning Research Group en el MIT y que falleció hace pocos días, el 31/07/16, ha planteado algunas ideas en torno a las condiciones que posibilitan el cambio pedagógico, entre las cuales quiero destacar:
"Deshacerse del
currículo obsoleto. Frente a los que sostienen que la tecnología es sólo una
herramienta que no debería llevar al cambio en el currículo, quiero señalar que
su concepto de currículo y de escuela fueron dictados por la tecnología
pre-siglo XX, de escritura, impresión y cálculo. ¡La promesa real de la
tecnología digital es la liberación de las consecuencias de estar restringidos
por estas herramientas primitivas! Tenemos que armar a nuestros maestros con
argumentos como: ¿Qué tan frecuentemente divide usted una fracción por otra
usando el método del máximo común denominador? Déjenme enseñarles unas
matemáticas que los niños podrían aprender en lugar de eso, y que son más
poderosas.
También debemos
combatir la idea de que la tecnología va a tener una influencia
"deshumanizante" o "antisocial". Es cierto que la
tecnología puede ser usada de malas maneras y ocurre. Pero puede ser usada para
dar a maestros y estudiantes una participación más activa en su propio
aprendizaje y mayores oportunidades de hacerlo de manera colaborativa. En
comparación, la escuela tradicional tiene tendencias mucho más deshumanizantes
y antisociales.
Los maestros
aprenden a medida que enseñan. Cuando la enseñanza consistía en pararse delante
de una clase y hablar, el maestro tenía que saberlo todo previamente. Cuando la
enseñanza cambia hacia el trabajo con el estudiante en proyectos o buscar ideas
en la red, el profesor también puede estar descubriendo. Esto no sólo resuelve
el problema de cómo conseguir nuevos materiales sino que permite al profesor
plantear un ejemplo de buen aprendizaje. Por lo tanto se da una relación más
humana y pro-social entre profesor y estudiante.
Una actitud
orientada a la visión. Mas que pensar que lo que se está haciendo en las
escuelas como "lo correcto", "lo mejor" o "la manera
en que se debe hacer", hay que pensarlo como un paso más hacia el logro de
una visión.
Estimular a los
adeptos tempranos. Un gran cambio sólo puede resultar en condiciones que
permitan variación. Así es como se llevó a cabo la evolución biológica. En la
mayor parte del mundo, un problema de la educación radica en su inhabilidad
para lidiar con un mundo moderno rápidamente cambiante. Me gustó Escuela Nueva
porque les da a maestros (¡y niños!) más oportunidad de iniciativa.
Educar al
público. La mayoría de las personas son incapaces de imaginar una forma muy
distinta de aprendizaje a la que recibieron. La carencia de imaginación también
se aplica a las asignaturas. Para ellos, "matemáticas" significa las
matemáticas que ellos aprendieron (o no aprendieron) en el colegio. Y esto es
sólo una parte del conocimiento matemático que se enseñó porque en el pasado
era la matemática más práctica y podía ser enseñada usando papel y lápiz. Se
continúa enseñando sólo porque se ha moldeado en una especie de concreto
cultural y burocrático. Difícilmente algo de esto se incluiría si pudiéramos
empezar a hacer un bosquejo de matemáticas para los colegios.
El tema en las
universidades. La discusión educativa en contextos académicos casi siempre es
sobre cómo enseñar y no qué enseñar. Por ejemplo, hay cientos de libros y
documentos sobre cómo enseñar fracciones y los problemas para aprenderlas. No
he encontrado uno serio acerca de por qué insistimos tanto en enseñarles a los
jóvenes este tema".
Fuentes: