El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes
En tiempos en donde se encienden voces sobre el lugar y la importancia de la lectura en diferentes formatos, dispositivos y cualidades, comparto un fragmento del eximio Jorge Luis Borges, publicado en Arte poética, en el que expresa su pasión por la lectura:
“Me considero esencialmente un lector. Como saben ustedes,
me he atrevido a escribir; pero creo que lo que he leído es mucho más
importante que lo que he escrito. Pues uno lee lo que quiere, pero no escribe
lo que quisiera, sino lo que puede…
Es decir, me han sucedido muchas cosas, como a todos los
hombres. He encontrado placer en muchas cosas: nadar, escribir, contemplar un
amanecer o un atardecer, estar enamorado. Pero el hecho central de mi vida ha
sido la existencia de las palabras y la posibilidad de entretejer y transformar
esas palabras en poesía. Al principio, ciertamente, yo sólo era un lector. Pero
pienso que la felicidad del lector es mayor que la del escritor, pues el lector
no tiene por qué sentir preocupaciones ni angustia: sólo aspira a la felicidad.
Y la felicidad, cuando eres lector, es frecuente“.