21 marzo 2018

La vida en clave poética

Hoy es el día mundial de la poesía, un buen momento para dejarnos llevar por el clima y las emociones que nos despiertan los versos de tantos creadores y que hoy, con el frenesí de la vida cotidiana en una sociedad impregnada de tecnologías, se encuentran olvidados y adormecidos. 
Comparto dos poemas de dos autores latinoamericanos que nos llevan a indagar, una vez más, sobre los misterios de la vida y de nuestro destino.



El sueño       Jorge Luis Borges

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

Vincent Van Gogh
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?











Manos juntas                   Carlos Drummond de Andrade 
No seré el poeta de un mundo caduco.

Tampoco cantaré al mundo futuro.
Estoy atado a la vida y miro a mis compañeros.
Están taciturnos pero alimentan grandes esperanzas.
Entre ellos considero la enorme realidad.
El presente es tan grande, no nos apartemos.
No nos apartemos mucho, vamos unidos por las manos.

No seré el cantor de una mujer o de una historia,
no hablaré de suspiros al anochecer,
del paisaje visto desde la ventana,
no distribuiré estupefacientes o cartas de suicida,
no huiré hacia las islas ni seré raptado por serafines.
El tiempo es mi materia, el presente tiempo, los hombres presentes,
la vida presente.