La escuela que llega. Tendencias y nuevos
enfoques metodológicos (Edit. Octaedro, 2018) es un libro que
reúne distintos artículos que refieren a los cambios y demandas que la sociedad
actual plantea a la escuela, una institución indiscutible por su relevancia y
rol social que merece ser repensada para contener e incluir a las subjetividades
y perfiles de los/as ciudadanos/as del presente milenio.
Sus
autores, Marc Pallarès Piquer, Óscar Chiva Bartoll, Ramón López Martín, Ismael
Cabero Fayos, sostienen en la introducción que:
"La
escuela actual aún se sitúa en los límites de algunas vinculaciones un tanto
asimétricas respecto
de su época. Aspectos como el uso de las nuevas tecnologías, la educación a lo largo
de la vida, la compleja relación entre educación, sociedad y política, o la
apuesta por una
formación del profesorado que esté en consonancia con los nuevos tiempos le exigen
la necesidad de reestructurarse para afrontar los diferentes sentidos que le acompañan.
La
escuela es una intersección donde confluyen diversos sistemas a la vez: el de
cada alumno/a,
el de cada docente, el de cada metodología y el de la propia institución
escolar con su contexto,
con su organización y con su pasado más reciente. Por consiguiente, el desarrollo
de la formación docente que deben llevar a cabo las facultades de educación no solo
necesita «saber para actuar», sino también un riguroso análisis tanto de la práctica
docente como de su «proceder», es decir, de su propia «praxis». Lo urgente es que
este análisis ponga en primera línea la necesidad de renovar los sentidos de la
escuela en
medio del inquietante umbral de cambios que están acechándola.
Reconocemos
y aceptamos, pues, la capacidad que tiene la formación para vertebrar las
reflexiones pedagógicas. Sin embargo, estamos convencidos de que las funciones educativas
deben reestructurar sus raíces y debatir sobre el sentido de la «comunidad», puesto
que a partir de este sentido se regeneran las culturas educativas y se
desarrolla el sentido
común pedagógico referido al valor de la educación, así como sus retos y dificultades.
Todo ello nos lleva a entender la escuela como una cima, un punto de llegada
(también un punto de partida) en el que se transmiten saberes y se tienen que fomentar
dimensiones de autonomía que sirvan a nuestro alumnado como alternativas a la
uniformidad.
Este
libro intentará describir la escuela de las próximas décadas del siglo XXI,
pero lo hará
sin caer en proyecciones que traten la educación de manera fija, abstracta y absoluta.
Se ha tenido muy presente que hablar del futuro siempre implica riesgos, por eso se
plantean espacios, temáticas y situaciones para proponer un imaginario que, inevitablemente,
tendrá múltiples recorridos y escenarios.
Trataremos
de explorar los procesos sociales en los que el binomio escuela/sociedad va a
adquirir en los próximos años algunas formas concretas; un binomio que se evaluará,
se cuestionará continuamente y, con casi toda seguridad, sufrirá notables modificaciones".
Un libro que, sin duda, invita a seguir pensando en la construcción de una escuela apropiada para la actual sociedad.