01 octubre 2021

La presencia de los museos en el campo de la educación

El mundo de las redes nos permite navegar y situarnos en escenarios remotos, inescrutables y recónditos, reales y ficticios, antiguos y contemporáneos... Todos ellos comparten un factor esencial que es la imaginación, el sueño y la mano del hombre. 



En el campo educativo, los beneficios del acceso virtual a museos, muestras y galerías nos remiten a grandes posibilidades de conocer, palpitar y disfrutar las más variadas creaciones artísticas que hoy configuran el patrimonio de la humanidad. Pero... no siempre la institución escuela tuvo una mirada envolvente y dinámica del valor de los museos para la formación de niños, niñas y adolescentes. 




En tal sentido, les proponemos hacer una breve reseña del papel y significado de los museos en los grandes momentos históricos según la interesante nota: Museos y Educación. Espacio Visual Europa (Fuente: https://evemuseografia.com/2014/05/14/museos-y-educacion/).

Museo y educación, dos palabras que deben caminar siempre de la mano, deberá ser así, por los siglos de los siglos, desde nuestro punto de vista. El museo siempre ha tenido una función docente, un valor educativo, pero ese papel ha ido evolucionando con el paso del tiempo:

· En la Edad Antigua, tiempos helenos, el museo era un «depósito» de objetos donde también se educaba a críticos y estudiosos.

· En el Renacimiento el museo era un lugar de contemplación y disfrute de príncipes y comerciantes florecientes, pero que contribuyó también en acrecentar la educación de los artistas que se inspiraban en las obras a la vista surgidas de la Antigüedad. Hablamos de museos que guardan colecciones.

· Desde la Edad Moderna hasta al actualidad, el museo ha pasado de ser un dominio particular a ser patrimonio nacional al servicio educativo de la sociedad. En este proceso hay que mencionar tres países fundamentales en la evolución del museo como instrumento didáctico: Francia, que nacionalizó las colecciones reales; Alemania, que estableció la primera metodología para la presentación de los objetos en la exposición; Estados Unidos, que aportó su preocupación por la divulgación de los museos; y la antigua Unión Soviética, que dio al museo una interpretación social como educador del pueblo. Podemos nombrar también a Inglaterra, como país que impulsa turísticamente nuestro interés hacia los museos y por su enorme esfuerzo en musealizar su patrimonio.

Desde la década de los 60, y aun más en la de los 70, los países y organismos culturales internacionales se esfuerzan para que los museos divulguen conocimiento a la sociedad de forma ordenada y no solo para el disfrute de la belleza, o para satisfacer la curiosidad. Por ellos se intenta revitalizar el museo tipo «estático» (muermo) tradicional para transformarlo en museo activo, en centro de cultura para la sociedad. Esta transformación está basada fundamentalmente en pasar de la «política del objeto» a la política de lo que «quiere y necesita el público», con atención especial a hacer de las exposiciones algo comprensible para los profanos en las diferentes materias, aportando criterios didácticos y no exclusivamente estéticos o científicos.