Ahora bien, la tutoría académica cuyas funciones también pueden cubrir aspectos metodológicos y sociales, adquiere características propias y singulares según las instituciones, los contextos y los principios y pautas organizativas de cada situación que incidirán de diferente modo en la calidad de la formación. A modo de ejemplo, es frecuente encontrar carreras y cursos con una alta relación numérica docente-estudiantes que no posibilita una orientación y seguimiento efectivo de sus aprendizajes, suscitando algunas situaciones no deseables como baja participación del alumnado, menguado avance en el logro de los objetivos de aprendizaje, desinterés creciente de las y los alumnos. En este escenario resulta clave impulsar y conocer estudios que den cuenta de la influencia e incidencia del llamado modelo de tutorización proactiva en el desempeño y continuidad de los y las estudiantes durante su formación en línea, a distancia.
"En un modelo de tutorización proactiva, el tutor, además de
seguir el protocolo de comunicaciones
establecido, trata de
generar una relación
significativa con sus
estu-diantes a través de su seguimiento personalizado, contactándoles
por iniciativa propia, sin esperar a que le requieran, mostrando preocupación
si demoran el inicio del curso y no acceden con regularidad, o bien, no cumplen
con los plazos de las entregas, ofreciéndoles
entonces su ayuda,
además de consejos
sobre técnicas de
estudio, tutorías personalizadas sobre
las dificultades que
se van encontrando,
guía y apoyo
durante todo el proceso
(Vercher-Ferrándiz, 2019). De la misma forma y en el caso de que el progreso del
estudiante sea el adecuado, el tutor le contacta igualmente pero, en este caso,
para felicitarle y reconocerle el esfuerzo y dedicación que está realizando,
con el objetivo de que continúe motivado y focalizado en su avance y aprendizaje,
interesándose también, tanto en la faceta académica como en la personal,
poniéndose a su disposición y propiciando interacciones significativas
(Vercher-Ferrándiz, 2019)".
Uno de los estudios que resulta interesante conocer, lo constituye una investigación cuyo resumen fue recientemente publicado bajo el título La tutorización
proactiva como factor de mejora en los resultados de la formación online
(2021), de Marisa Vercher-Ferrándiz, Universitat Politècnica de València. Esta investigación se
plantea como hipótesis que un modelo de tutorización proactiva, centrado en el
acompañamiento y seguimiento continuo del estudiante online, mejora la tasa de
aprobados y la satisfacción de los estudiantes.
Para validar dicha hipótesis en el artículo se describen y comparan los
resultados de las encuestas de satisfacción y la tasa de aprobados de los
cursos impartidos a través del Plan de Estudios Coordinados en Asesoría
Financiera del Centro de Formación Permanente de la Universitat Politècnica de
València, incluyéndose en el estudio 27 cursos que siguen un modelo de
tutorización proactiva con un total de 5.613 estudiantes matriculados y una
muestra de 2.500 cuestionarios y 30 cursos que siguen un modelo de tutorización
reactiva con un total de 1.862 estudiantes matriculados y una muestra de 583
cuestionarios. Los resultados obtenidos permiten aceptar la hipótesis de
partida confirmando que en los cursos que se ha seguido un modelo de
tutorización proactiva la tasa de aprobados es un 27% más alta, y al respecto
de la satisfacción del alumnado, en ambos tipos de tutorización, el patrón
general de respuestas a las encuestas, con ciertas diferencias en la
distribución de las mismas, es similar si bien, la satisfacción es más alta en los
cursos que han seguido un modelo de tutorización proactivo, mientras que la
insatisfacción es mayor en los de tutorización reactiva.
El trabajo completo se puede consultar en:
https://revistas.um.es/rie/article/view/413901