23 marzo 2022

Perspectivas de la evaluación en la educación a distancia digital


Graciela Rodo Boulanger

Siguiendo con el tema de la evaluación en la educación a distancia con modalidad virtual, en esta oportunidad recomendamos la lectura de un interesante monográfico titulado Evaluación  de  la  educación  digital  y  digitalización  de  la  evaluación (2021), publicado en RIED, Revista Iberoamericana de  Educación a Distancia. Los coordinadores son Elena Barberà-Gregori y Cristóbal Suárez-Guerrero, reconocidos especialistas docentes e investigadores en la temática que, en el resumen, sostienen:  

La  evaluación  de  la  educación  digital  y  digitalización  de  la  evaluación  son  procesos  por el que transita tanto la educación digital como la educación digital de emergencia. Aunque el tema de la evaluación, por sí misma, ya es complejo, esta complejidad aumenta cuando media la tecnología digital. Lejos de pensar que se trata de una acción técnica, la evaluación digital y  la  digitalización  de  la  evaluación,  como  lo  demuestra  el  contenido  de  este  monográfico,  no  se  reducen  a  la  inserción  de  sistemas  tecnológicos,  sino  a  la  comprensión  pedagógica  de  su  rol  e  impacto  en  los  procesos  educativos.  Los  trabajos  que  conforman  este  monográfico  buscan contribuir, desde el análisis empírico y la reflexión pedagógica, a la construcción de una  irremediable  línea  de  trabajo  que  se  pregunta:  ¿cómo  transforma,  y  transformamos,  la  condición  digital,  procesos  tan  sensibles  como  la  evaluación  del  aprendizaje  mediado  y  la  evaluación de los sistemas educativos digitales? Al respecto, en este número se avanza en la respuesta en torno a cuatro núcleos. Por un lado, trabajos que ponen énfasis en la nueva exigencia  digital  impuesta  a  la  evaluación  en  tiempos  de  pandemia,  el  papel  renovado  del  feedback educativo en la necesaria autorregulación con soporte tecnológico, la necesidad de encarar con garantías la evaluación digital como condición de rendimiento y, como mecanismo observante, la evaluación de la calidad de la educación digital. Estos trabajos sobre evaluación educativa tienen poco de simple, mucho de complejo y bastante de complicado, pero esta es su naturaleza y con la que hay que entender el hecho digital.

En este contexto resulta relevante reconocer las distintas dimensiones o vertientes que configuran el proceso de evaluación del aprendizaje. Siguiendo a Elena Barberá (Aportaciones de la tecnología a la e-evaluación, RED, 5(6), 2006), podemos identificar 4 dimensiones: la evaluación del aprendizaje que acredita ante la sociedad la adquisición de competencias por parte de los estudiantes; la evaluación para el aprendizaje basada en la retroalimentación a través del diálogo entre estudiantes y docentes que permite avanzar en el conocimiento; la evaluación como aprendizaje que supone analizar el aprendizaje como parte de la misma dinámica evaluativa; y, la evaluación desde el aprendizaje donde se relevan y diagnostican conocimientos previos para anclar lo que se enseña.

Desde ese enfoque muldimensional, invitamos a la lectura del monográfico de RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia (2021), 24(2), que está disponible en: http://revistas.uned.es/index.php/ried/issue/view/1467

15 marzo 2022

Virtualización de la educación y el uso de la inteligencia artificial

La creciente virtualización de la educación superior, extendida de modo imprevisto y sorpresivo por la pandemia 2020, genera fuertes debates sobre el uso de la inteligencia artificial y de programas informáticos para realizar distintas acciones y procedimientos de los itinerarios académicos protagonizados por alumnos/as en la modalidad a distancia y por entornos virtuales, a través de tecnologías sincrónicas o asincrónicas. 


Entre esas acciones se encuentran las vinculadas con las evaluaciones de los aprendizajes, particularmente con las instancias, estrategias e instrumentos aplicados a los exámenes remotos mediados por el uso de las TIC. En tales situaciones: ¿Qué formas y protocolos garantizan la confiabilidad, transparencia y autenticidad del acto evaluativo a distancia? En busca de esos principios evaluativos, ¿es lícito aplicar procedimientos que vulneran o avanzan sobre los derechos de los estudiantes, como, por ejemplo, las técnicas de identificación biométrica y de reconocimiento facial?  

Sin lugar a dudas este debate nos interpela y nos impone dialogar y reflexionar sobre dimensiones éticas, filosóficas, jurídicas y técnicas que atraviesan esta problemática cuyo eje central debe ser la aplicación de estrategias y protocolos de evaluación de aprendizajes y competencias que garanticen el ejercicio de derechos humanos fundamentales.

En ese escenario, compartimos el artículo Sobre el uso de tecnologías de reconocimiento facial en la universidad: el caso de la UNED, de Aznarte, Melendo Pardos y Lacruz López, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED (España).

El resumen expresa: Las tecnologías de identificación biométrica han experimentado un gran desarrollo en los últimos años, siendo aplicadas a decenas de ámbitos diferentes, entre los que se encuentra el ámbito educativo, en particular el universitario. Sin embargo, en este artículo argumentamos que dicha tendencia puede impactar de formas inesperadas a los procesos de enseñanza/aprendizaje. Así, se exponen algunas consideraciones principales acerca del uso de tecnologías de identificación biométrica en general y más particularmente de técnicas de reconocimiento facial en el marco de los exámenes universitarios, prestando especial atención al problema de realizar los exámenes presenciales por medios remotos durante la pandemia de la COVID-19. Se ofrece un análisis general de las limitaciones de esta tecnología en sus dimensiones técnica, jurídica y ética, y se exploran las posibles consecuencias, en esas tres dimensiones, del uso de dichas tecnologías. A modo de ilustración, se toma el caso concreto de la UNED, la universidad más grande del Estado español, exponiendo las decisiones tomadas por esta institución para dar respuesta al desafío que supusieron las restricciones de movimiento durante el estado de alarma. Dado el gran número de evidencias de que esta tecnología está aquejada de graves problemas con impredecibles consecuencias, en todo caso se recomienda observar el principio de precaución y tomar decisiones con la máxima cautela.

El artículo está publicado en RIED, Revista  Iberoamericana  de  Educación  a  Distancia,  25(1), pp. 261-277, 2022. Disponible en: http://revistas.uned.es/index.php/ried/article/view/31533/24171

 

01 marzo 2022

Una mirada crítica sobre el uso de la tecnología educativa

La relación educación y tecnología forma parte de la historia de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, a través de la incorporación de distintos artefactos, objetos, formatos y programas de la cultura que apoyan y amplían la comunicación pedagógica y didáctica necesaria para la apropiación de conocimientos y el desarrollo de habilidades. 

No obstante, diferentes estudios muestran que los resultados y logros a partir del uso de tecnologías en las aulas no son satisfactorios, quedándose muchos de ellos en la superficie de la innovación, esto es en la atracción de la novedad y en el impacto que esto produce en los y las estudiantes. 

¿Cuáles son las razones y las causas que llevan a un bajo y a veces irrelevante resultado de la aplicación de las tecnologías en el sistema educativo? 

Podemos conjeturar que el determinismo tecnológico y la visión acrítica del uso de la tecnología, sin contexto y sin capacitación docente apropiada, forman parte de ese conjunto de experiencias irrelevantes en las aulas que, aún teniendo variedad de pantallas, tablets, pizarrones digitales, móviles inteligentes, conectividad..., no muestran pasos significativos en el desarrollo de capacidades y competencias de los y las alumnas. 

En tal sentido, es importante instalar un debate que sitúe a la tecnología como un elemento del sistema educativo que necesariamente debe integrarse a los otros componentes que configuran la propuesta educativa, subordinándose a los objetivos y al proyecto educativo. Coincidimos con Carlos Magro, de la Universidad Camilo José Cela, cuando sostiene:  

Hablar de tecnologías en educación no es hablar de dispositivos, ni de hardware y software, ni tampoco de datos, analítica y eficiencia, sino que tiene que ver sobre todo con prácticas, contextos, culturas y usos.

Hoy, después del incremento de la educación virtual y a distancia impulsado por la situación de emergencia y suspensión de las clases presenciales durante la pandemia, se hace indispensable analizar de modo crítico y reflexivo el uso de las tecnologías en las aulas y avanzar en acciones de mejora.

Para nutrir ese debate, comparto una interesante conversación (37:24) que el especialista Carlos Magro mantuvo con Linda Castañeda, de la Universidad de Murcia, sobre el fenómeno de la digitalización educativa.




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