21 abril 2023

La escuela frente al desafío de los chats de la Inteligencia Artificial

En las entradas de nuestro blog ya hablamos del uso de la inteligencia artificial (IA) como herramienta posible de aplicar para apoyar los procesos de enseñanza y de aprendizaje de educación a distancia virtual, a través de los tutores virtuales que pueden calificar cuestionarios, identificar problemas, errores y dificultades más comunes de los y las alumnas, brindar retroalimentación de las actividades de modo inmediato, entre otras tareas.

Ante todo, es importante enfatizar que el uso de esos programas de IA no implica reemplazar o desplazar la indelegable función y presencia docente sino que se trata de facilitar cierta información que luego el docente tendrá que analizar de modo global y cualitativo en el contexto del proceso de aprendizaje de cada estudiante y grupo. Por su parte, la información provista por el software le permitirá a los y las alumnas, en cualquier momento y lugar, tomar nota de sus fortalezas, problemas y debilidades cuando aprenden y mejorar las formas y estrategias de aprendizaje.

Desde hace unos meses, hemos conocido la aplicación de IA llamada Chat GPT (Generative Pre-trained Transformer), desarrollada por OpenAI, que permite chatear con personas o grupos simulando una conversación y dando respuesta escrita a preguntas que le formulen. También los chatbots pueden ser utilizados para realizar tareas como asistir a clientes, realizar búsquedas en línea, entre otras, y son capaces de simular y comprender el lenguaje coloquial humano de una forma mucho más natural y fluida que los chatbots tradicionales, además de hacer preguntas para obtener información adicional.



Ahora bien, ¿cómo podemos incluir estos novedosos chats instantáneos en línea en la educación? ¿Cómo insertar este tipo de aplicaciones para que sean herramientas orientadas a la comprensión y construcción de conocimientos y al pensamiento crítico y reflexivo? 

Sin duda, la función docente es relevante y central para que los y las alumnas usen estos chats como parte de una actividad más compleja que requiere incluir operaciones cognitivas de orden superior: analizar y evaluar fuentes de información, contrastar y validar información, integrar conocimientos de modo colaborativo, re-escribir y fundamentar los textos y publicarlos en distintos formatos.

Se trata de aprovechar la herramienta –sabiendo que su prohibición no es aconsejable y es tarea imposible- para que la mera información que suministre el chatbot no sea tomada como fuente única, irrevocable y superflua. En este contexto, la capacitación docente para integrar las tecnologías a la educación es primordial en un ambiente institucional colaborativo y creativo.