04 mayo 2009

Leer en la cibercultura


Roger Chartier, un referente notable de los estudios históricos y culturales, investiga los fenómenos de producción, trasmisión y apropiación de los objetos culturales (libros, diarios, periódicos) que implican determinados usos y prácticas dentro de un contexto socio-histórico.

Con relación a la apropiación de los textos, Chartier (2000) enfatiza la construcción de sentidos y significados que hace el lector a partir de las ideas del autor, señalando que “El sentido no está cristalizado en la obra. Se construye en ese momento de encuentro entre el texto y el lector; un texto que tiene forma material, y el lector, que tiene una identidad sociocultural”.

Agrega que los libros no son portadores transparentes de los textos y que desde su materialidad como objetos, desde su soporte físico, los libros convocan diversos públicos así como también definen ciertas posibilidades de lectura y de interpretación.

Con el surgimiento de las pantallas informáticas, Chartier (2002) argumenta:

“La lectura frente a la pantalla es generalmente una lectura discontinua, que busca a partir de palabras claves o rúbricas temáticas el fragmento textual del cual quiere apoderarse sin que necesariamente sea percibida la identidad y la coherencia de la totalidad textual que contiene ese fragmento”.

Sin embargo, este investigador profundiza la reflexión y expresa que en la lectura la discontinuidad no es radical ya que si así fuera desaparecería la idea de proceso histórico cultural, por lo cual confirma su encuadre en un enfoque donde se articulan variaciones y configuraciones históricas.



Con referencia a la postura corporal, la relación con el texto electrónico está más mediatizada, no hay un contacto físico del lector con el objeto, como sí ocurre con el libro. Asimismo en el texto digital desaparece el reconocimiento inmediato que cada sujeto tiene frente a diferentes clases de textos y de géneros (carta manuscrita, revista, diario, gacetilla, fichas, libros) de modo tal que sólo percibe en forma directa la pantalla de la PC, una superficie que puede recibir y transmitir todos los géneros de manera similar, con escasa diferenciación entre uno y otro. También Chartier sostiene que el cambio de un soporte impreso a uno electrónico origina formas diferentes de estar en el mundo virtual y agrega que:

“La revolución del texto electrónico es tanto una revolución de las estructuras del soporte material de lo escrito como de las maneras de leer.”
libro electrónico

Sin dudas, estamos ante un nuevo escenario que impone investigar y estudiar en profundidad para conocer las implicancias que tienen la lectura y escritura de textos digitales sobre las prácticas, subjetividades y los procesos de aprendizaje, y así disponer de marcos teóricos que orienten y sustenten caminos alternativos para el mejor aprovechamiento de las nuevas herramientas.

Para el debate:
- ¿Cómo te imaginás los nuevos rituales y prácticas de lectura que surgen con los hipertextos electrónicos?
- ¿Qué tipo de mediaciones requiere el uso apropiado de soportes hipertextuales en la educación?
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