Las redes sociales son populares entre adolescentes, jóvenes y adultos para establecer comunicaciones informales, estar informados, conectarse con los temas de actualidad y los eventos del aquí y ahora y, como tales, hoy forman parte del entorno personal de aprendizaje de los estudiantes.
La incógnita está en saber cómo pueden estas herramientas contribuir o influir en la educación formal o no formal, para qué y de qué manera lo hacen y cuáles son las condiciones óptimas de uso.
En esa línea, se van conociendo informes que dan cuenta de algunas evidencias sobre el uso de la red social en contextos académicos, como es el estudio que investigó sobre el uso de Twitter, la red de microblogging más utilizada en el mundo.
El estudio, que fue realizado por Taylor y Francis dentro del tema Innovations in Education and Teaching, se planteó como pregunta central: ¿Es Twitter una buena herramienta para mejorar el aprendizaje?
Entre las conclusiones más destacadas que se desprenden de la
investigación sobre el potencial educativo de Twitter es que hay una limitada aplicación de la red para organizar, mediar y realizar las actividades de aprendizaje, tanto por parte de profesores como de los alumnos que fueron indagados. Se observa que los estudiantes siguen considerando a la red social como un medio adecuado para
mantener las relaciones con los amigos o para obtener información. Los bajos indicadores que se obtuvieron sobre el uso de la red con fines académicos (contacto con el docente-tutor, preguntas sobre
el curso), constituyen una señal de que ellos aún no están preparados para otorgar un valor a Twitter más allá
de sus funciones sociales ya que no se implican en actividades educativas fuera de las clases.
Más información en: