27 marzo 2017

En qué consiste el cambio en las escuelas

Escuela en Finlandia, foto de Andreas Meichsner/Verstas

Ocupándonos y preocupándonos por el papel fundamental de la escuela en la sociedad contemporánea, comparto un buen artículo de Carlos Magro en donde esboza los grandes ejes que hoy configuran el mundo actual y las necesidades y demandas socioculturales y laborales para la formación ciudadana. Seguramente coincidiremos en los puntos sobresalientes del diagnóstico que hace Magro -que se encuentra apoyado en las lúcidas reflexiones de sociólogos, filósofos, políticos e investigadores-, pero los caminos de cambio se dispersan y fragmentan sin incidir de modo contundente en el objetivo central.

Su artículo titulado Poner al centro educativo en el centro del cambio, comienza así:

La educación se encuentra hoy en una encrucijada, dice Mariano Fernández Enguita. Una encrucijada provocada por un cambio hacia una época global, postnacional, postindustrial (Bell), digital, líquida (Bauman), desbocada (Giddens) e incierta (Beck). Un cambio de época, dice Manuel Castells. Un cambio económico, social y tecnológico acelerado que está transformando los modos de creación, acceso y difusión del conocimiento y que está planteando, por tanto, enormes retos a los sistemas educativos. Cambios que desafían a la escuela y a su capacidad de adaptación.
Vivimos un momento de enorme interés hacia la educación por parte de toda la sociedad y, consecuentemente, un momento de gran demanda y exigencia, especialmente para la educación escolar. Aprender se ha vuelto hoy una actividad paradójica, sostiene Juan Ignacio Pozo en Aprender en tiempos revueltos (2016), porque cada vez, dice, “dedicamos más años de la vida, y más horas de cada día, a la tarea de aprender, y sin embargo, aparentemente, cada vez se aprende menos, o por lo que parece, hay cada vez una mayor frustración con lo que se aprende y cómo se aprende.”

En la nota Magro analiza los resultados logrados en el sistema educativo español y se refiere a las altas tasas de fracaso escolar, de abandono temprano y de repetición de curso que presenta”, lo cual evidencian “que aún no hemos resuelto bien el paso de un sistema educativo selectivo a otro formativo e inclusivo. También plantea ofrecer más oportunidades en tres grandes retos: digitalización, globalización y naturalización del cambio.

Entendemos que todos estos factores confluyen en la necesidad de trabajar e incluirnos en una nueva cultura del aprendizaje para garantizarnos la capacidad necesaria de adaptación a los cambios y la incertidumbre que parece que nos demandará el futuro.

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