Coincidimos en que hoy el acceso y desarrollo de contenidos ya no está reservado a las instituciones y fuentes de información tradicionales que trasmitían los saberes. Desde el surgimiento de la red Internet y de las TIC con sus múltiples plataformas y aplicaciones, hemos constatado que estamos frente a potentes y ubicuas herramientas que permiten crear, co-producir, compartir, difundir y remixar distintos contenidos en múltiples lenguajes y formatos. Contenidos de distinta naturaleza y temática que se van incrementando y actualizando conforme la participación y colaboración de los actores y la dinámica de la realidad.
¿Cuál es nuestra posición y tarea como educadores y profesores en esta problemática de contenidos infinitos que se encuentran disponibles en diferentes soportes tecnológicos, en cualquier lugar y tiempo?
En este contexto, compartimos el artículo Laboratorio de la palabra abierta, el cual sostiene que "la escuela, los museos, las
bibliotecas, los centros culturales tienen que reinventarse en un nuevo
contexto donde encontrar contenidos no sólo es fácil y barato, sino que implica
prácticas informales, tecnologías distribuidas y procesos deslocalizados. La idea de que necesitamos una tribuna desde la que
transmitir conceptos, un espacio para comunicar hallazgos, un repositorio para
atesorar bienes o un lugar donde reunirnos, va camino de su obsolescencia
definitiva. No es que se esté esfumando la necesidad de aprender, sino que es
obvio que ahora disponemos de muchas alternativas posibles".
Recuperado de: http://laaventuradeaprender.intef.es/-/laboratorio-de-la-palabra-abierta |
En particular, el artículo de referencia coloca el énfasis en el papel de las bibliotecas y su transformación en la cultura digital:
"¿Qué pedirle a las bibliotecas? ¿Podrían reinventarse para,
como lo fueron en su origen, ser de nuevo uno de los emblemas de su (nuestro)
tiempo y una infraestructura básica del espacio público? La escuela, el museo y
la biblioteca (...) tienen que
evolucionar hacia una noción de la cultura menos patrimonial y más abierta,
menos vertical y más participativa, menos elitista y más urbana, menos
planificada y más distribuida, menos canónica y más experimental, menos
disciplinar y más emancipatoria, menos consensual y más discrepante, menos
representativa de los anhelos de la clase dirigente y más sensible a la
diferencia común y, en fin, menos machista, xenófoba, clasista, racializada,
central, universal…"
Los invito a leer el artículo completo en: