Las redes virtuales están expandiendo de modo increíble las ofertas de educación superior a distancia dando lugar al llamado aprendizaje en línea (online), pero aún persisten las dudas, prejuicios o preconceptos sobre la calidad pedagógica de los estudios y los resultados educativos que se obtienen. Las comparaciones entre educación presencial y educación a distancia en línea son inevitables y los criterios que se utilizan a favor y en contra de una y otra son relativos y abstractos, porque el sentido pedagógico nos dice que las tecnologías por sí mismas no generan resultados y que lo que cuenta es el análisis de cuáles son los propósitos, las estrategias y las mediaciones didácticas y comunicacionales que cruzan la incorporación y uso de las TIC en las configuraciones o situaciones de aprendizaje.
Lo que sí resulta cierto es que la educación virtual o en línea es un camino propicio y válido para jóvenes y adultos que trabajan y que desean estudiar o profundizar su formación, que viven lejos de los centros universitarios y/o que no pueden concurrir regularmente a éstos porque no disponen de tiempo. La fuerte demanda de educación y capacitación en la sociedad actual no debe justificar que los cursos o carreras en línea se realicen de modo precario, de modo improvisado, sin los procesos necesarios para un diseño, producción y gestión de excelencia que esperan los destinatarios.
En ese escenario todavía persisten mitos sobre el aprendizaje en línea que invitamos a leer en el siguiente blog:
Desde su experiencia ¿esos 7 mitos se mantienen vigentes? Si así fuera ¿cuáles son los factores y razones que originan esa percepción o idea sobre el aprendizaje en línea?