Un espacio abierto para compartir ideas y reflexiones sobre cuestiones educativas de nuestro tiempo. “Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro". Confucio
22 diciembre 2008
Tiempo de renovar sueños y deseos...
12 diciembre 2008
Educación a Distancia: configuración de nuevas subjetividades pedagógicas
Desde este lugar seguimos analizando diferentes vertientes de la educación a distancia (EaD) a la que consideramos una modalidad que se caracteriza por la comunicación altamente mediada entre profesor y estudiantes, lo que implica la construcción de nuevas subjetividades y representaciones pedagógicas sobre la institución educativa, los procesos de enseñar y de aprender, y las formas de construir el conocimiento.
La subjetividad como configuración de significados y sentidos que el sujeto logra en la relación consigo mismo y con la realidad social y cultural, y a través de la cual interpreta todas las dimensiones de la vida humana y orienta sus comportamientos y prácticas, adquiere en la EaD rasgos singulares devenidos de la separación espacio-temporal total o parcial del profesor y alumnos y de las mediaciones que tienen lugar en el proceso de enseñar y aprender.
Nuevas conjugaciones de tiempo y espacio
Estas peculiaridades en la relación pedagógica no son inéditas ya que acompañaron la trayectoria de la modalidad a distancia desde sus comienzos pero, sin lugar a dudas, la extensión y la difusión que hoy tienen los entornos virtuales y las redes digitales acentúan los interrogantes y justifican nuevas perspectivas de análisis.
“La revolución del texto electrónico es y será también una revolución de la lectura. Leer sobre una pantalla no es leer en un códice. La representación electrónica de los textos modifica totalmente su condición: sustituye la materialidad del libro con la inmaterialidad de textos sin lugar propio; opone a las relaciones de contigüidad, establecidas en el objeto impreso, la libre composición de fragmentos manipulables indefinidamente; a la aprehensión inmediata de la totalidad de la obra, hecha visible por el objeto que la contiene, hace que le suceda la navegación en el largo curso de archipiélagos textuales en ríos movientes”.
(Chartier, R. "Del códice a la pantalla: trayectorias de lo escrito". Revista Quimera, N° 150. Septiembre de 1996. Barcelona)
Desde otra vertiente, Martín-Barbero (1997) enfatiza no sólo el concepto de des-centramiento del saber en tanto el libro ha dejado de ser el objeto privilegiado de trasmisión y circulación de la cultura sino que avanza en la idea de des-localización/des-temporalización de los saberes ya que escapan de los lugares y de los tiempos legitimados socialmente para la distribución y el aprendizaje. (Martín-Barbero, J. "Heredando el futuro". Nómadas, N° 5, 1997. Bogotá)
Los escenarios de EaD, en donde emergen y se construyen nuevas subjetividades pedagógicas, nos plantean desafíos para que volvamos la mirada sobre las tramas vinculares que se configuran, seleccionando las intervenciones docentes y los dispositivos más eficaces y apropiados para fortalecer los lazos socio-cognitivos, las formas de interacción entre los actores y las actividades, producciones y evaluaciones académicas.
02 diciembre 2008
Los entornos virtuales de aprendizaje son también Educación a Distancia
En este artículo quiero aportar sólo algunas cuestiones conceptuales y empíricas que se omiten o se soslayan cuando se habla de educación por entornos virtuales.
Primera cuestión:
Desde una perspectiva histórica de la educación a distancia, la experiencia de ausencia o falta de corporeidad del otro ya era una característica básica de los llamados cursos “por correspondencia” en tanto los procesos de enseñanza y de aprendizaje se desarrollaban primordialmente a través del intercambio a través del correo postal. Por este medio se hacían la distribución de materiales didácticos, las consultas a los tutores y las evaluaciones. Y por correo postal también llegaba el certificado o constancia del curso.
Segunda cuestión:
Desde una perspectiva de la comunicación mediada por la tecnología, fue allá por el 1876 cuando Alexander Graham Bell construyó y patentó el primer teléfono, un dispositivo que permitió la transmisión de sonidos a la distancia usando señales eléctricas y que luego a través de los años fue mejorando su tecnología a la vez que se imponía en todo el planeta.
Tercera cuestión:
La presencia corporal del otro, esto es: verlo, escucharlo, dialogar con él, ya es posible desde hace unos años con ciertos dispositivos tecnológicos.
Otra tecnología que permite ver y escuchar al otro en tiempo real es la videoconferencia, ya sea de persona a persona o entre grupos. Muchas universidades hoy usan este recurso para variedad de actividades académicas: para que profesores y expertos invitados expongan sus clases, para dar confiabilidad a pruebas y exámenes realizados a distancia, para demostrar aprendizajes y procedimientos, para socializar y debatir trabajos finales e informes, entre tantas posibilidades.
Otra forma de acercarse a la fisonomía del otro y establecer un contacto visual es a través de las fotografías digitales que se publican en cualquiera de las plataformas o campus virtual de uso educativo. En los foros, chats, correos electrónicos, blogs y publicaciones de esos programas encontramos el rostro del profesor, de los estudiantes y de las autoridades académicas y podemos forjarnos –complementado con sus mensajes escritos, sus intervenciones y ayudas- algunas representaciones, ideas y sentimientos sobre sus imágenes, perfiles y actuaciones.
A manera de cierre provisorio:
Si bien es cierto que estas formas sustitutas de encuentro físico con el otro, no tienen toda la carga semántica de las interacciones que acontecen en las aulas tradicionales, podemos decir que la trayectoria de la educación a distancia en el mundo nos remite a experiencias de notable impacto que siempre prescindieron del encuentro cara a cara o que lo restringieron a instancias limitadas como los exámenes finales.
Los que hacemos educación a distancia reconocemos que el aprendizaje por entornos virtuales supone un paso más en su historia, teniendo en cuenta que esta modalidad se caracteriza esencialmente porque los procesos formativos se realizan total o parcialmente en forma mediada, a través del uso de distintas tecnologías. Primero fueron los materiales impresos (tecnología impresa), el correo postal, luego la radio, la televisión, los audiocasetes y videocasetes, la computadora y hoy las redes digitales, cuyo producto emblemático son las plataformas o entornos virtuales.
Máquina visión, Steina Vasulka
Aunque la educación virtual representa hoy un avance por las potencialidades que brinda para crear y mantener circuitos de comunicación didáctica a través de sus herramientas tecnológicas, no significa que se logren mejores encuentros socio-cognitivos entre profesor y estudiante, y alumnos entre sí, o que la construcción de conocimientos adquiera sus máximas expresiones de calidad.
Una vez más ubicamos a la tecnología como objeto y herramienta cultural y como forma posible de representar los conocimientos que debe ser encuadrada en marcos teóricos y políticas educativas que le otorguen sentido y direccionalidad.
Bibliografía:
Cirigliano, G. (1983) La Educación Abierta. Buenos Aires: El Ateneo Editorial.
Holmberg, B. (1989) Theory and Practice of Distance Education. London: Routledge.
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22 noviembre 2008
De viajes, experiencias y aprendizajes
Dice Ernesto Sábato en “Apologías y rechazos”:
... “Hace muchos años, mientras recorríamos la Patagonia en un jeep, el ingeniero forestal Lucas Tortorelli me explicaba el dramático avance de la estepa en cada incendio de bosques, y la defensa que cumplen los cipreses: duros y estoicos, aguantando la adversidad, cubriendo a sus camaradas como una legión suicida de retaguardia. Entonces pensé lo que podría llegar a ser la enseñanza de la geografía si se la vinculara con la lucha de las especies, a la conquista de los mares y continentes, a una historia del hombre patéticamente unida a las condiciones terrestres. No es pura imaginación mía, estoy recordando a maestros que alcanzaron a transmitirnos algo de la epopeya humana; una historia que no resultaba una mecánica (e inútil y triste y justamente olvidable) retahíla de hombres y fechas, sino el formidable fresco de naciones que se levantaron sobre sus propias precariedades, como Venecia de sus pantanos para lanzarse a la conquista de su grandeza.
Pero no sólo se trata de las repúblicas e imperios, sino de la totalidad de la cultura como conquista del hombre, como aventura del pensamiento y la imaginación: desde el invento de la rueda hasta la filosofía, desde los primeros signos inventados por los seres humanos para comunicarse hasta las más sutiles creaciones de la música. Aventura que el discípulo debe sentirla como tal, en un combate emocionante contra las potencias de la naturaleza y de la historia. No enciclopedismo muerto, ni catálogo, ni ciencia hecha, sino conocimientos que se van haciendo cada vez en cada espíritu, como inventor y partícipe de esa historia milenaria. No información sino formación…”
Sobre algunos males de la educación.
El reflexivo Sábato nos interpela sobre la importancia de enseñar y aprender a partir de la misma realidad con todas sus dimensiones, su complejidad y dinámica. Frente a una enseñanza fragmentada en parcelas y segmentada artificialmente, se instala una enseñanza que debe captar y estudiar la realidad tal como es, con su naturaleza compleja y que puede ser abordada desde múltiples dimensiones y enfoques disciplinares.
Otra cuestión asociada a este planteo es la relevancia que tiene la experiencia directa como herramienta o recurso para estudiar determinados objetos de conocimiento.
Distintos enfoques así lo confirman como el tradicional “cono de la experiencia” de Edgar Dale, un pedagogo que clasificaba a los medios en distintos niveles, desde aquellos más concretos a los más abstractos, y donde la experiencias directa figura como la más apropiada para lograr ciertos aprendizaje, mientras que los símbolos orales constituyen los objetos más complejos de interpretar.
Otras perspectivas enfatizan que aquellas cuestiones que los alumnos dicen y hacen tienden a ser recordadas casi en un 90% mientras que la simple lectura, observación y audición de algo tiene bajas probabilidades de ser retenido o asimilado.
En el fondo del debate está de qué manera el alumno se involucra, participa y realiza distintas actividades para aprender y construir el objeto de conocimiento.
Sabemos que la experiencia directa de los estudiantes en cada uno de los contenidos de aprendizaje es prácticamente imposible por distintas razones, pero la pregunta franca es por qué la escuela no incrementa el acceso a experiencias directas: espacios naturales y culturales, planetarios, laboratorios, jardines botánicos y zoológicos, parques y reservas naturales, centros cívicos, teatros, museos, auditorios, fábricas y talleres…
La curiosidad intelectual, el interés, la duda, el descubrimiento, la indagación, el pensamiento crítico, la motivación y hasta las inteligencias múltiples, serían las grandes ganadoras en los nuevos escenarios.
13 noviembre 2008
Recorriendo y haciendo caminos
"No es verdad. El viaje no termina jamás. Sólo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración...
Camino del Imperio Romano
Camino del Inca
03 noviembre 2008
EducArte y las tradiciones
Todos los pueblos y culturas tienen sus tradiciones, a pesar de la globalización, de las redes telemáticas y de los profundos cambios que siguen transformando los vínculos sociales y la vida cotidiana en este siglo XXI.
Carnaval en La Boca, Benito Quinquela Martín
Las nuevas generaciones reciben y recrean ese caudal de costumbres, celebraciones, ritos y fiestas, dándole ciertos rasgos propios al compás de los tiempos que corren...
Feria norteña, Roberto Lara
Sabemos el sentido y el valor de las tradiciones y de la cultura popular de cada nación para apoyar la construcción de una identidad nacional que favorezca la cohesión y la unidad más allá de la diversidad de rasgos culturales.
Procesión en Calilegua, Carlos Cid
La fiesta de la Pachamama, el Carnaval de Humahuaca, la fiesta de la vendimia, del trigo, de la yerba mate, de la doma y del folklore, de la chaya, de la primavera y del estudiante, son algunas de esas expresiones populares que convocan a tanta gente cada año en las provincias argentinas.
Emilio Pettoruti
Tomando mate, Fernando Fader
Una estrategia posible es presentar pinturas de artistas argentinos y ubicarlas en el tiempo histórico-social para que los estudiantes reconozcan las raíces de nuestras tradiciones y su permanencia en la sociedad actual.
---------------------------------------------------------11 octubre 2008
¿Qué celebramos el 12 de octubre?
sendero coya sembrao de piedras
caminito del indio
que junta el valle con las estrellas.
Caminito que anduvo
de sur a norte mi raza vieja
antes que en la montaña
la Pachamama se ensombreciera.
Atahualpa Yupanqui
Las distintas lecturas y miradas sobre el significado de aquel 12 de octubre de 1492, siguen abiertas y desplegándose en distintos libros, enciclopedias, encuentros y foros mundiales.
Si el relato se posiciona en un particular punto de vista –justamente situado en el hemisferio norte y al otro lado del Atlántico- se habla del descubrimiento de América por un navegante europeo llamado Cristóbal Colón.
Diego Rivera
Gramajo Gutiérrez
Una vez más la educación tiene su sentido y su responsabilidad para favorecer debates y formar conciencias sobre la inclusión sin brechas de los pueblos originarios, el respeto a la diversidad cultural, además de la protección y cuidado del medio ambiente.
06 octubre 2008
Viaje mágico al Norte Argentino
Sorprendente es la Quebrada de Humahuaca, un escenario cultural de 10.000 años que fue transitado por aborígenes de diferentes etnias y que por su extraordinaria riqueza fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2003.
Desde la impronta histórica, este itinerario también permitió revivir en el terreno mismo de los acontecimientos, gran parte de las luchas por la emancipación y la independencia de nuestra patria donde participó con valor y coraje la población indígena.
La educación de hoy tiene una importante misión tanto en el sentido de revalorizar y preservar el patrimonio cultural de los pueblos originarios, sus fiestas, lenguas, creencias, ceremonias, artes, técnicas agrícolas, textiles y alimentarias, así como en bregar por el desarrollo sustentable de estos paisajes naturales.
01 octubre 2008
EducArte: la primavera
La primavera, Sandro Botticelli
En el marco de los diversos criterios histórico-artísticos que caracterizan a la escuela pictórica de cada creador, en estas pinturas de la primavera observamos desde figuras humanas y alegóricas hasta paisajes naturales plasmados con el uso singular de la paleta de colores, en donde se destacan tanto el cromatismo brillante que perfila figuras definidas como los tenues tonos esparcidos por las manchas de color.
Primavera, Joaquin Mir
La primavera, René Magritte
Y la educación no sólo debe acercar a los estudiantes a las expresiones y movimientos de las artes sino también propiciar y alentar que niños y jóvenes desarrollen actividades y prácticas en las diversas vertientes artísticas.
Es sorprendente y fascinante todo lo que se puede lograr enseñando las distintas disciplinas o áreas del conocimiento a través del arte. Es posible contar y registrar historias y procesos sociales, comunicar experiencias y relatos, exponer y argumentar concepciones del mundo, reflejar o interpretar la realidad, proyectar mundos interiores, deseos, dolores y sueños, desplegar sensaciones placenteras y satisfacción personal.
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20 septiembre 2008
Elogio a los maestros II
Paulo Freire
09 septiembre 2008
Elogio a los maestros I
Pablo Picasso
Dedicado a todas las maestras y profesoras
Norman Rockwell
Sin lugar a dudas, una "tarea situada" que siempre nos plantea revisar y renovar enfoques, estrategias y recursos para responder a las características y necesidades de los grupos de alumnos. Un oficio que supone tanto enseñar como aprender en esa interacción, diálogo y encuentro con otros, que de algún modo sintetiza el sentido del trabajo docente.
08 septiembre 2008
Día mundial de la alfabetización
En Argentina según el último Censo (año 2001) la tasa de analfabetismo llegaba al 3.7% de la población, incluyendo a personas que teniendo 15 años de edad o más no sabían leer ni escribir. No obstante, se requieren más programas de educación básica y educación permanente para que los alfabetizados puedan apropiarse de más y mejores herramientas conceptuales y tecnológicas para actuar y participar en la vida social y en el mundo del trabajo en un escenario que se caracteriza por su complejidad y sus cambios acelerados.
René Magritte
02 septiembre 2008
La ñ: dueña y señora en los dominios web
voy juntando mis días,
mis minutos, mis horas con tu hilo de letras.
Gioconda Belli
La campaña para incorporar a la ñ, decimoséptima letra del abecedario español, a los sitios de internet se había iniciado hace unos años en varios países iberoamericanos con la fuerza y convicción de ser una letra que conforma un idioma a través del cual se comunican cerca de 500 millones de personas en todo el mundo.
Una letra que también forma parte de otros idiomas de la región como el aymara, el guaraní o el quechua. Hace poco nos decía Eduardo Galeano: “En guaraní, ñeñé significa palabra y también significa alma. Quien miente la palabra traiciona el alma. Si te doy mi palabra, me doy.”
La ñ, todo un símbolo de la lucha por la vigencia y respeto a las lenguas, culturas y tradiciones de pueblos hispanoamericanos ya tiene su merecido lugar en las direcciones de internet de muchos países.
Ahora nos queda incluirla en nuestras comunicaciones escritas aunque la velocidad y la inmediatez que dominan a los mails, chats y SMS se empeñen en ignorarla.
Soñar no es lo mismo que sonar;
Añatuya, Cañuelas, Cañada de Gómez, Villa Cañás y Capilla del Señor tendrán su lugar en el ciberespacio;
Las cigüeñas, los ñandúes, los risueñores y las arañas podrán convivir en los ciber-ecosistemas;
Las muñecas vestirán moños, pañuelos con ñandutí y miriñaques;
Las montañas y peñascos nos harán un guiño desde la web;
Las castañas, buñuelos y ñoquis alimentarán los caracteres informáticos;
Las señoras, señoritas y doñas nos harán buena compañía en los dominios virtuales;
Enseñar con todas las letras dejará atrás extrañas añoranzas; y
20 agosto 2008
Agenda abierta para la Educación a Distancia
El propósito central de estas Jornadas apuntó a generar espacios institucionales para debatir y reflexionar sobre esta modalidad como una importante estrategia pedagógica que demandan la compleja trama social y los nuevos escenarios educativos.
Xul Solar
y que, aunque distante, está cerca de nosotros en espíritu,
entonces la Tierra se convierte en un jardín habitado”.
Goethe
La educación a distancia como modalidad para enseñar y aprender fuera del ámbito de escuelas y universidades, tiene fecha de nacimiento desconocida, un desarrollo lento hasta la segunda mitad del siglo XX y un crecimiento intenso gracias a los nuevos medios y redes de comunicación e información que surgieron a partir de los 90.
Un análisis preliminar nos lleva a sostener que una primera aproximación conceptual de la educación a distancia supone considerar uno de sus rasgos más significativos: las actividades de enseñanza y de aprendizaje no se realizan en espacios físicos comunes ni transcurren en forma simultánea, durante todo o en gran parte del proceso educativo. Las coordenadas de tiempo y espacio propias de las aulas convencionales se modifican en los programas a distancia aunque hoy con la aplicación de las redes telemáticas, de las plataformas y entornos virtuales, es posible que se reduzcan considerablemente el carácter de no simultaneidad del profesor y los alumnos, ya que algunas herramientas de comunicación sincrónica garantizan interacciones directas, en línea y sin fronteras.
De esta forma, al considerar las dimensiones de tiempo y espacio, se puede afirmar que el concepto de educación a distancia conlleva parcialmente una separación espacial entre el sujeto que aprende y el sujeto que enseña, y una relación didáctica que no siempre coincide en el tiempo real, lo cual plantea la necesidad de diseñar y producir materiales, realizar actividades de seguimiento, orientación y evaluación, y aplicar estrategias de mediación pedagógica a cargo de profesores especialmente capacitados.
El anclaje en la comunicación didáctica
Los rasgos expuestos no alcanzan para abordar en profundidad el núcleo conceptual de la educación a distancia ya que toda acción educativa supone un intenso espacio de comunicación y, en tal sentido, se abren cuestiones y preguntas sobre el lugar y el sentido de la comunicación didáctica y sobre las posibilidades reales de interacción y de diálogo en la dinámica interna de los programas en acción, dentro de una situación particular que está afectada por el contexto histórico.
Este planteo no es ajeno al debate sobre el lugar y el papel decisivo de la comunicación y de las prácticas comunicativas en nuestra sociedad, debate que se fue perfilando por diferentes ensayistas y teóricos en el siglo XX.
En la década de los 70 los enfoques predominantes de la comunicación seguían centrados en los modelos conductistas (estímulo-respuesta) como el de Shannon y Weaver que implicaban diseños didácticos acotados a la codificación, emisión y transmisión de mensajes con desapego a los contextos socioculturales y a las características cognitivas de los sujetos. Desde la teoría del funcionalismo, el modelo de la comunicación de Lasswell con énfasis en los efectos de los medios masivos que posibilitaban ejercer el control del sistema social, también dejaba su influencia en la educación a distancia.
Ya en la década de los 80 prevalecen otros enfoques que subrayan el papel activo de los sujetos en el proceso de comunicación y en los escenarios de la cultura, revalorizando las relaciones sociales como condición sine qua non de la vida humana, lo cual lleva a nuevas implicancias en el campo de la educación con estrategias y actividades donde los alumnos tienden a un mayor protagonismo.
En este marco de nuevos estudios sobre la comunicación se destaca la influencia de la Escuela de Palo Alto con la obra de Watzlawick, Beavin y Jackson quienes plantean una pragmática de la comunicación donde la interacción es un factor clave. Así estos autores sostienen que comprender un mensaje o un comportamiento supone reconocer en qué contexto se da y en qué tipo de relaciones se inscribe, y concluyen que la semántica de la relación entre los sujetos que se comunican y su contexto, precede e incide en la semántica de los contenidos de nuestras representaciones. Estas ideas configuran uno de los axiomas más importantes de la Teoría de la Comunicación Humana de Watzlawick:
“Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional tales que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación” (Watzlawick, 1991:56)
Por otro lado, los 80 también son tiempos donde se alimentan y despliegan debates en todo el mundo que resignifican el papel de los medios masivos a partir de nuevas categorías teóricas, tales como las que plantea Martín-Barbero cuando argumenta:
“La comunicación se nos tornó cuestión de mediaciones más que de medios, cuestión de cultura” (Martín-Barbero, 1987:10)
Este investigador sostiene que esas mediaciones sociales y culturales que provienen de los más variados actores, medios, grupos e instituciones, influyen decisivamente en la interpretación y en la representación de los mensajes. En este contexto de fuerte resonancia de los medios masivos no podemos soslayar la referencia a los modelos críticos de educación para los medios sustentados en las nuevas conceptualizaciones que surgieron en la década de los 80 y que impregnaron de distinta manera algunas experiencias de educación a distancia.
Circulan en ese entonces las contribuciones del “paradigma representacional” de Masterman basado en estudios de Stuart Hall, Althusser, Barthes, Freire y Giroux, donde el eje se ubicaba en lograr la autonomía crítica del sujeto que aprende, mientras que los modelos de “lectura crítica” y de “recepción activa y crítica” con énfasis en la resignificación y pensamiento crítico y creativo, tuvieron amplia repercusión en América Latina desde mediados de los 70 y parte de los 80 con el trabajo de campo de educadores como Kaplún, Fuenzalida y Hermosilla y Orozco Gómez, entre otros.
La década de los 80 también vio nacer relevantes estudios pedagógicos y didácticos que permitieron reconstruir la perspectiva teórica sobre el aprendizaje dando lugar a enfoques de la “mediación” o teorías mediacionales (Pérez Gómez, 1992) que consideran a la mediación y al intercambio social como elementos explicativos principales del aprendizaje y del desarrollo humano, lo cual da sentido a la intervención pedagógica como factor importante de mediación entre docente y alumno. En la misma línea, Pozo Municio argumenta:
“El aprendizaje como práctica cultural se produce en contextos de interacción, cuyas características afectan seriamente a la eficacia de los resultados obtenidos”. (Pozo Municio, 1998:327)
Estos aportes teóricos que consideran a la interacción como el lugar de producción del pensamiento individual y como una oportunidad real y concreta de aprender con otros, llegan al campo de la educación a distancia y generan nuevas instancias de diseño y elaboración de propuestas.
Decíamos que la educación, desde la concepción comunicativa, contempla la palabra, los silencios, los gestos y todas las expresiones y sentidos de los sujetos implicados y que el aprendizaje se entiende como un proceso de interacción entre los actores donde se da un encuentro y un espacio intenso de intersubjetividades. De ahí que cuando los medios tecnológicos se incorporan a la educación a distancia, las preocupaciones giran en torno a cómo las herramientas y los medios pueden dar lugar a diferentes formas y niveles de intercambio y de relación, y cómo ellos pueden jugar un papel más o menos favorable en la configuración de un ambiente de aprendizaje rico en interacciones socio-cognitivas.
Desde el modelo inspirado en la educación liberadora y transformadora de Paulo Freire (1973), centrado en la persona, se ha dado prioridad a la interacción dialéctica entre los sujetos y su realidad, y al desarrollo de sus capacidades y de su conciencia social para la transformación de la realidad. La comunicación que se desprende de esta concepción está asociada al diálogo horizontal y al intercambio interpersonal, donde la cooperación y la co-creación son elementos básicos.
Otros autores como Giroux, Apple, Cazden o Bernstein abordan el enfoque o perspectiva comunicativa, critican a la escuela en su función de reproducción de la ideología hegemónica, y conciben el aprendizaje como un proceso de interacción a través del cual los sujetos elaboran sus propios significados y construyen colectivamente la realidad.
También son importantes en esta perspectiva los postulados de Jürgen Habermas quien en su “Teoría de la acción comunicativa” (1987) desliza la posibilidad de transformar la sociedad a partir del acto comunicativo y de la capacidad discursiva de las personas, sugiriendo la posibilidad de la emancipación a partir de la comunicación educativa. En tal sentido, un aporte sustantivo de Habermas es llevar la comunicación a un contexto relacional, donde los procesos conversacionales y la exploración intersubjetiva juegan un papel importante. Con estos elementos Habermas desarrolla algunas formas estratégicas de comunicación a partir de las cuales se utiliza el lenguaje para ejercer determinados efectos sobre otras personas, y postula que la “comunicación orientada hacia la comprensión” pretende que los hablantes puedan intercambiar sentidos e intenciones en la forma más clara posible.
En el ámbito específico de la educación a distancia, el lugar del diálogo y del intercambio toma relieve singular en Borje Holmberg (1985) quien plantea un “método de la conversación didáctica guiada” que así caracteriza:
“Mi teoría de la educación a distancia como método de conversación didáctica guiada implica que el carácter de la buena educación a distancia es asumir el estilo de una comunicación guiada, orientada hacia el aprendizaje, y que la presencia de los rasgos típicos de tal conversación facilita el aprendizaje”. (Holmberg, 1985:31)
Holmberg distingue entre la conversación simulada y la real, señalando:
“Hay una conversación constante entre autores y estudiantes, simulada mediante la interacción de los estudiantes con los cursos preproducidos, y real, por medio de la comunicación escrita y, o, telefónica con los instructores” (Holmberg, 1985:32)
Años más tarde, Mario Kaplún, un educador latinoamericano siempre preocupado por el diálogo entre los sujetos, sostenía:
“Educarse es involucrarse en un proceso de múltiples flujos comunicativos. Un sistema será tanto o más educativo cuanto más rica sea la trama de interacciones comunicacionales que sepa abrir y poner a disposición de los educandos.” (Kaplún, 1992).
La simplificación y el empobrecimiento de la trama de comunicación en los proyectos a distancia suscitan en Kaplún (1998) más interrogantes:
“Hay preguntas para las que la educación a distancia en su modelo hegemónico no sólo carece de respuestas sino que ni siquiera se las formula: ¿con quién se comunica -tomado este verbo en su real dimensión- este navegante solitario del conocimiento?, ¿qué canales le provee el sistema para ejercitar su propia expresión?, ¿qué espacio le es ofrecido para ser él, a su vez, leído y escuchado, para dialogar con sus compañeros de navegación, enriquecerse con sus aportes y compartir y confrontar su propio pensamiento?, ¿la comunicación solo consiste en poder hacer consultas y aclarar dudas?, ¿el estudiante no tiene nada propio valioso que decir?, ¿la única comunicación que importa preservar es la del alumno con el docente; la comunicación de los estudiantes entre sí no es un componente capital en el proceso del aprendizaje?” (Kaplún, 1998)
Los presupuestos analizados desde la perspectiva de la comunicación aplicados en propuestas de educación a distancia, nos interpelan y nos llevan a reflexionar sobre las estrategias, canales, limitaciones y dificultades que influyen y comprometen la creación y el mantenimiento de espacios de diálogo y comunicación intersubjetiva. Preguntas entre las cuales se destacan:
- ¿Qué estrategias didácticas y qué medios posibilitarán la comunicación intersubjetiva y la construcción conjunta del conocimiento?
- ¿Cómo organizar y presentar las actividades de aprendizaje que posibiliten la interacción entre pares?
- ¿Las instancias de encuentros para el intercambio y las interacciones entre pares y tutores, deben ser optativas u obligatorias para el alumno? ¿Qué criterios se perfilan ante esas alternativas?
- ¿Cuáles son las funciones y actividades de los profesores/tutores para crear y mantener espacios de diálogo y de intercambio a nivel individual y grupal?
- ¿Se pueden preestablecer campos del conocimiento, grupos de sujetos destinatarios y niveles educativos que estarían eximidos de la presentación y desarrollo de instancias de interacción y de intercambio ya sea presencial o a distancia? ¿Qué criterios y razones fundamentan tal excepción?
- ¿Qué papel cumplen los medios de comunicación sincrónica y asincrónica para los objetivos de comunicación intersubjetiva y aprendizaje colaborativo?
- ¿Se han incrementado las posibilidades de comunicación didáctica con la aplicación de herramientas y redes telemáticas?
- ¿Qué estrategias y formas comunicativas permiten el respeto y la expresión de la multidiversidad cultural?
A los planteos sugeridos se pueden agregar otras miradas que provienen de enfoques críticos referidos a la diversidad cultural, entendiendo que una de las características más relevante de la educación a distancia reside en la posibilidad de extender sus servicios a amplios sectores de la población en variados contextos geográficos y socioculturales, dentro y fuera de las fronteras de un país.
Aplicando ideas de Bernstein (1993), señalamos que en la amplia diversidad de contextos que pueden vincularse con un programa a distancia, coexisten y conviven diferentes grupos sociales y culturales que poseen códigos diferentes a los introducidos en los medios de producción lingüística y que, por lo tanto, pueden desarrollar pautas de habla diferentes en estilo y en capacidades. De esta manera, las disparidades y variaciones de códigos lingüísticos, vocabulario, complejidad y flexibilidad sintáctica y semántica, pueden ocasionar dificultades o restricciones en la expresión y comprensión de ideas y pensamientos en los diferentes grupos destinatarios de los programas a distancia, generando así otro punto crítico que es necesario ubicar en este marco.
Desde algunas vertientes posmodernas, se tiende a valorar la diversidad en contraste con la homogeneidad, evitando así las prácticas discursivas que en forma explícita o implícita excluyen a los sujetos que no manejan las formas dominantes y hegemónicas de pensamiento, habla y acción. Esta posición que celebra y respeta la identidad y la visión del mundo de otros, entra en colisión con el discurso de la globalización que pretende la uniformidad y la homogeneidad en el orden social, cultural y económico sustentado en los valores, las creencias y los intereses de los grupos dominantes.
Las derivaciones más consistentes de esta postura de la comunicación en el terreno de las acciones de educación a distancia, permiten reafirmar la necesidad de favorecer y alentar las interacciones didácticas como instrumentos de la indagación racional, del pensamiento crítico y de la comprensión intersubjetiva, aunque resulta oportuno notar que son pocas las investigaciones que se han realizado en términos de reconstruir y comprender la trayectoria de las relaciones interpersonales y su influencia en la formación de los sujetos.
Desde otro aspecto constitutivo de la comunicación, la educación a distancia exige definir y expresar aquellos elementos y dimensiones referidas a las acciones, responsabilidades y tareas que se espera de los actores, durante la recorrida de los trayectos formativos que tienen como soporte los medios tecnológicos y los materiales didácticos.
A partir de las contribuciones teóricas de Guy Brousseau (1994) que indican que en la práctica educativa hay una suerte de negociaciones de las relaciones establecidas que conforman el llamado “contrato didáctico”, con componentes implícitos y explícitos, a través del cual se definen y se comunican las pautas o reglas de funcionamiento, planteamos que la educación a distancia requiere un contrato didáctico específico donde se formulen y se comuniquen las responsabilidades de cada actor, el tiempo disponible para realizar actividades y tareas propuestas, la secuencia de trabajo, las formas y estrategias de acción aceptadas, las instancias de evaluación, entre otras. Supone abrir juego sobre el papel, las estrategias, las actividades y los medios con los cuales los profesores/tutores realizarán su intervención y su mediación didáctica, así como presentar los requisitos, actividades, estrategias y medios a partir de los cuales los alumnos entrarán en red de relaciones interpersonales con profesores y con su grupo de pares.
De este modo, con la perspectiva conceptual trazada que destaca la comunicación entre los sujetos como el núcleo relevante de todo programa a distancia, quedan atrás los viejos y los nuevos planteos de utopías tecnológicas basadas en promesas y representaciones de posibles cambios cualitativos en la educación –democratización, igualdad de oportunidades, calidad y equidad- con el simple concurso de medios que cada vez resultan más rápidos y efectivos para conectarse. En esta línea, Philippe Breton afirma:
“La creencia de que una modificación cuantitativa en el acceso a la información provocará una mutación cualitativa en el deseo de saber, oculta una evolución real, que tiene como efecto aumentar la diferencia entre los que están dotados por la naturaleza o por el entorno familiar para un deseo de este tipo y los que necesitarán un sistema educativo atento que lo haga nacer y lo mantenga. Ahora bien, los últimos serán la mayoría y los primeros la excepción. Toda generalización de estas concepciones educativas producirá el riesgo de un aumento de las desigualdades en este campo.” (Breton, 2000:148)
La idea clave que surge en este marco es que un concepto de educación a distancia más que requerir de un andamiaje y una arquitectura tecnológica para abrir e incrementar las posibilidades de acceso a la información y a la comunicación, debe reafirmar y sustentar los valores de la comunicación didáctica, de la intersubjetividad y de la interacción como fuentes primarias para lograr el aprendizaje y el conocimiento en un entorno social cada vez más complejo.
La bimodalidad o la educación combinada (blended learning), aquellas que integran trayectos virtuales y encuentros presenciales periódicos, pueden ser un camino posible para recuperar la comunicación y el diálogo entre los sujetos, para desplegar competencias comunicacionales y profesionales relevantes para la formación y para favorecer la construcción compartida de conocimientos.
La situación actual de la educación a distancia resulta desafiante y cautivante, con experiencias y tendencias dispersas, heterogéneas, dinámicas y en plena construcción y revisión. Refiere a un escenario social donde cohabitan condiciones contrastantes, complejas y cambiantes, dentro de las cuales despuntan los intereses estrechos y desmedidos de la industria y del comercio que rodean a las decisiones institucionales sobre el uso de tecnologías telemáticas. Aunque reconocemos y es indudable que nuestro campo de acción desde hace unos años está en pleno crecimiento y extensión, no es un dato menor decir que no está exento de contradicciones, incertidumbres y conflictos que son necesarios interpretar y revisar con una mirada amplia, abarcadora y nutrida con perspectivas múltiples.
Por eso es tiempo de instalar y revitalizar un debate abierto y reflexivo entre quienes hacemos educación a distancia para resignificar el lugar de la comunicación didáctica, sustentado en un calado político-social y en una solvencia académica y tecnológica.
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